viernes, 28 de octubre de 2011

Italia en el centro de la crisis de la Unión Europea

ROMA.- Los costes de endeudamiento de Italia se elevaron el viernes a máximos récord, destacando las dudas sobre la capacidad del Gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi de cumplir con sus compromisos en medio de la crisis de deuda de la zona euro.

El rendimiento de 6,06 por ciento pagado en una subasta de bonos a 10 años fue el mayor desde el lanzamiento del euro y no estuvo lejos del nivel alcanzado antes de que en agosto el Banco Central Europeo interviniera para reducir los costes de los créditos para Roma al comprar papeles italianos.
Italia, la tercera mayor economía de la zona euro, se encuentra una vez más en el centro de la crisis de deuda ante los temores de que sus costes de endeudamiento se eleven a niveles que sobrepasen la capacidad del bloque de proveer ayuda, en medio de la inestabilidad política crónica de Roma.
En un discurso en Roma, Berlusconi dijo que el récord en los rendimientos podría afectar las finanzas del país, pero insistió en que Italia cumpliría con su objetivo de ordenar el presupuesto para el 2013.
Berlusconi, golpeado por escándalos y en disputas reiteradas con sus aliados de coalición, ha prometido a sus socios europeos un paquete de medidas para impulsar la economía y reducir su enorme deuda pública, pero no ha podido convencer a los mercados, escépticos ante su constante incapacidad de implementar reformas.
Los líderes europeos acogieron una carta con una declaración de intenciones sobre las reformas entregada por Berlusconi antes del plazo de una cumbre esta semana, pero pusieron énfasis en que ahora las medidas deben ser implementadas.
"Las tasas de interés que están pagando son punitivas", dijo el estratega de Monument Securities Marc Oswald. "Así como va Italia, aún es la bestia negra de todo el problema de la zona euro", señaló.
Francia y Alemania han expresado abiertamente su exasperación por la serie de promesas incumplidas de reformas hechas por Berlusconi y temen que la crisis en Italia genere una situación de emergencia más amplia que amenace la propia existencia de la moneda única.
Incluso si el debilitado Gobierno se las arregla para aprobar las reformas prometidas por Berlusconi, la mayoría no podría entrar en vigor hasta mediados del año próximo. Es poco probable que los mercados permanezcan pacientes por demasiado tiempo más.
Durante su discurso Berlusconi se refirió al euro, diciendo que se trataba de una divisa "extraña".
"Hay un ataque al euro, que como moneda no ha convencido a nadie porque pertenece a más de un país porque no tiene un banco de referencia y garantía", afirmó, refiriéndose a la negativa de Alemania y otras naciones a permitir que el BCE sea usado como prestamista de último recurso.
Más tarde, el primer ministro emitió un comunicado diciendo que sus palabras habían sido interpretadas de una forma "distorsionada y maliciosa".
"El euro es nuestra moneda, nuestra bandera. Es precisamente para defender al euro de ataques especulativos que Italia está haciendo grandes sacrificios", sostuvo.
Las propuestas para reformas, que incluyen elevar la edad jubilatoria, facilitar el despido de trabajadores y un permiso para colocar a empleados públicos en un esquema especial de despidos, han desatado la oposición de los sindicatos, al punto de que hay dudas de que puedan ser implementadas.
En la turbia atmósfera política italiana, se especuló con que el paquete de reformas podría ser parte de un acuerdo entre Berlusconi y su aliado político de la Liga del Norte, Umberto Bossi, para mantener el Gobierno hasta fin de año antes de convocar a elecciones en la primavera.
Pero el viernes Berlusconi rechazó esa sugerencia y dijo que una campaña electoral en medio de la crisis sería "muy dañina para Italia".

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