MADRID.- Miles de personas se manifestaron el sábado por la tarde en Madrid y Barcelona, las dos ciudades que lideraron en España la jornada global de protesta del 15-O bajo el lema "Unidos por un cambio global", en contra de las medidas de austeridad por la codicia y mala gestión de banqueros y políticos.
En Madrid, una gran multitud se concentró en la emblemática Puerta del Sol, donde hace cinco meses se engendró el movimiento 15-M reclamando más democracia real para los ciudadanos y el fin de la corrupción política y financiera.
"Por qué hay que ayudar a unos y no a otros. No me parece justo que a unos se les quita la casa porque no pueden pagar y luego estamos dando millones y millones a la banca por razones que no están tan claras", dijo Fabia, 44 años y trabajadora de telecomunicaciones.
En un ambiente festivo, con charangas, megáfonos, sillitas de niños y numerosos carteles y eslóganes de toda índole, los ciudadanos madrileños coreaban "Que no, que no, que no nos representan" o "Este es el camino, no el capitalismo".
Pancartas como "Basta de paliativos, eutanasia a la banca" hacían referencia a uno de los principales motivos de la convocatoria mundial de protesta: el enriquecimiento de unos pocos a expensas de la penuria de una gran mayoría que está sufriendo los fuertes recortes de los servicios públicos y el alto desempleo.
En España hay cinco millones de parados, más de un 20% de la población, el índice más alto de la Unión Europea.
Los trenes de cercanías de la capital se llenaron de pasajeros en una inusual tarde de sábado con destino a la manifestación. Familias con niños, jóvenes, desempleados, funcionarios afectados por los recortes, entre otros, participaron con camisetas alusivas, desde las de 'Jóvenes sin futuro' a muchas camisetas verdes en defensa de la educación pública, un sector que está sufriendo importantes recortes particularmente en la Comunidad de Madrid.
"No podemos a la vez apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones", se leía en una pancarta en la abarrotada Puerta del Sol madrileña, donde al término de la manifestación se celebró una asamblea.
Furgones policiales hacían guardia frente a la sede la Comunidad de Madrid, tras una barrera protectora, en una noche tranquila que transcurría sin incidentes.
En Barcelona, los manifestantes se congregaron en la Plaza de Cataluña con el lema "de la indignación a la acción". La manifestación, a la que según medios asistieron unas 140.000 personas, fue pacífica como la mayoría de las celebradas en España, donde se habían convocado actos por el 15-O en 60 ciudades.
Las protestas, alentadas también por el reciente movimiento Ocuppy Wall Street, prendieron por todo el mundo, con marchas en más de mil ciudades en un centenar de países, la mayoría de ellas pacíficas excepto en Roma, donde se produjeron actos de violencia por parte de enfurecidos manifestantes.
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