jueves, 24 de noviembre de 2011

Fitch rebaja el 'rating' de Portugal a la categoría de 'bono basura'

LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado en un escalón la nota de solvencia de la deuda a largo plazo de Portugal, que pasa así a 'BB+' desde 'BBB-', lo que representa un grado "especulativo", también denominado 'bono basura, ante el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento para el país luso a raíz de las sombrías expectativas para el conjunto de la economía europea. 
  
   Asimismo, la agencia, que mantenía la nota lusa en vigilancia con implicaciones negativas desde el pasado mes de abril, otorga al 'rating' portugués una perspectiva 'negativa', lo que abre la puerta a más recortes de calificación en el medio plazo.
   Fitch justifica su decisión de recortar el 'rating' de Portugal en los grandes desequilibrios fiscales del país, así como en el elevado endeudamiento en todos los sectores y las adversas perspectivas macroeconómicas.
   De hecho, la agencia ha rebajado las expectativas de crecimiento de Portugal a raíz del empeoramiento de las previsiones para el conjunto de Europa. De este modo, Fitch prevé una contracción de la economía lusa del 3% en 2012 y advierte de que la recesión complicará los planes de consolidación fiscal del Gobierno portugués y afectará negativamente a la calidad de los activos de la banca lusa.
   "Un comportamiento económico y/o fiscal peor de lo previsto podría provocar una nueva rebaja", señala Fitch, ya que, aunque Portugal tiene cubiertas sus necesidades de financiación hasta 2013, el riesgo para la liquidez soberana puede incrementarse a finales del tiempo de asistencia externa si persisten las condiciones negativas en los mercados.
   No obstante, la agencia destaca el fuerte compromiso del Ejecutivo de Passos Coelho con los ajustes y prevé que Portugal cumpla este año el objetivo de déficit del 5,9%, aunque sea recurriendo de manera significativa a medidas extraordinarias, como la transferencia al sector público de los fondos de pensiones de la banca.
   Asimismo, Fitch considera que el presupuesto para 2012 está "bien diseñado" y contiene significativas reducciones del gasto, principalmente en pensiones y salarios públicos, por lo que espera que Portugal también cumplirá el objetivo de déficit del 4,5% en 2012.
   Sin embargo, la agencia aprecia un riesgo grande para estas previsiones de ajuste, bien por el empeoramiento de las perspectivas económicas o por un insuficiente control del gasto. Así, Fitch prevé que la deuda pública pase del 93,3% del PIB en 2010 a cerca del 110% en 2011 y llegue hasta el 116% en 2013.
   Además, la calificadora de riesgos señala que las empresas controladas por el Estado representan otro de los mayores riesgos fiscales para el país, por lo que considera muy probable que sean necesarias nuevas medidas de ajuste en este sector a lo largo de 2012.
  "La crisis soberana supone un riesgo significativo para el sistema bancario luso, que surte de crédito a uno de los sectores privados más endeudados de Europa y es muy dependiente de la financiación mayorista, cuyo acceso ahora está cerrado", señala la entidad, que espera que el BCE, en caso de ser necesario, proporcione la liquidez de emergencia requerida para la recapitalización de las entidades portuguesas.

Huelga general

La huelga general convocada este jueves por los dos principales sindicatos portugueses para protestar por las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno de Pedro Passos Coelho ha tenido un seguimiento mayoritario en los sectores de transporte terrestre y aéreo.
  Portugal se ha quedado este jueves sin apenas servicios en ferrocarriles y con menos de una veintena de vuelos completados de los más de cien previstos, mientras que ha sido secundada por una minoría de los funcionarios de la Administración General.
   La Federación Nacional de Sindicatos de la Función Pública ha informado de que la aerolínea portuguesa TAP ha cancelado 121 de los 140 vuelos programados para este jueves y el Aeropuerto de Portela, en Lisboa, ha anulado todas las operaciones aéreas hasta las 17.00 horas del viernes, según recoge la prensa lusa.
   En las primeras doce horas del día, el aeropuerto de Lisboa sólo ha operado un vuelo, con destino a la localidad de Terceira, en las islas Azores. La capital portuguesa ha sido uno de los puntos del país más afectados por el paro, con el servicio de metro cerrado por la huelga y con escasos tranvías circulando por la ciudad.
   La Federación de Sindicatos de Transportes y Comunicaciones ha indicado a primera hora de la mañana que la empresa ferroviaria CP no cumplirá los servicios mínimos establecidos por el Gobierno porque el seguimiento de la huelga entre sus trabajadores ha sido masivo.
   La paralización de los transportes en Lisboa ha llevado a la mayoría de los ciudadanos a recurrir a sus vehículos para intentar llegar a primera hora de la mañana a sus trabajos, lo que ha provocado aglomeraciones y atascos en las principales carreteras.
   Los servicios de transporte fluvial en el río Tajo han quedado también paralizados por el seguimiento masivo de la huelga por parte de los empleados de las empresa Soflusa y Transtejo. En Oporto, los autocares de la compañía STCP también han dejado de operar porque todos sus trabajadores han secundado el paro general.
   El seguimiento de la huelga en el sector de la sanidad se aproxima al 50 por ciento de los trabajadores del hospital Santa María de Lisboa y el total de la plantilla en los hospitales de Covilha, Coimbra, Guarda, Seia y Lagos.
   La jornada de huelga general de este jueves es la tercera convocada por el sindicato CGPT con el respaldo de UGT desde 1988, cuando los trabajadores pararon para protestar por una modificación de la legislación laboral que intentó sacar adelante el entonces primer ministro y ahora presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
   Con varios centenares de piquetes informativos repartidos por todo el país, los primeros incidentes se han registrado en la zona de Alvalade y Benfica en Lisboa, según ha informado la Policía portuguesa. El primer ataque se registró en un comercio a las 8.25 horas en la calle Amélia Rey Colaço, en Benfica. Poco después, a las 9.15 horas, fueron atacadas unas instalaciones en la calle del Centro Cultural.
   El mayor seguimiento de la jornada de huelga general se ha registrado en los aeropuertos, que han quedado prácticamente vacíos y no han podido operar la mayoría de los vuelos programados para este jueves. El portavoz de la Autoridad Nacional Aérea, Rui Oliveira, ha reconocido, en declaraciones al diario 'Público', que en el aeropuerto lisboeta de Portela, el principal del país, apenas había hoy "una o dos personas".
   El Sindicato Nacional de Personal de Vuelo de Aviación Civil ha afirmado en un comunicado que el paro ha contado con "una fuerte adhesión" de los tripulantes de cabina de las compañías TAP, Portugália, SATA y White.
   El sector en el que la huelga parece haber tenido menor seguimiento es la Administración General, según los datos aportados por el Gobierno luso, que ha indicado que sólo unos 12.800 funcionarios han dejado de asistir a su trabajo esta mañana y el 12,96 por ciento de las dependencias han tenido que cerrar sus puertas.
   El Ejecutivo liderado por Pedro Pasos Coelho ha cifrado en un 3,6 por ciento el seguimiento del paro general entre el funcionariado hasta las 11.30 horas de este jueves, con sólo 12.800 funcionarios ausentes de sus puestos de trabajo de un total de 355.305.
   En la página web oficial de la Administración de Empleo Público, el Gobierno ha comunicado que la mayoría de los servicios que no han trabajado hoy forman parte de la estructura del Ministerio de Finanzas.
   En el sector sanitario, 3.816 funcionarios no han acudido a trabajar, de un total de 16.889. El seguimiento en Educación ha sido mucho menor, con 1.370 funcionarios secundando el paro de un total de 240.029. La huelga general ha sido respaldada por 3.571 de los 13.451 empleados públicos de este departamento.

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