martes, 22 de noviembre de 2011

Merkel ve "vital" reformar el tratado europeo para resolver la crisis de deuda

BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que es "vital" cambiar el Tratado europeo, con el objetivo de allanar el camino hacia una mayor integración, para poder resolver la crisis de deuda de la eurozona y recuperar la confianza. 

   "Los cambios de tratado son para mí una parte inmediata de la resolución de la crisis, la respuesta política a una crisis de confianza derivada de la política", aseguró Merkel en una conferencia en Berlín.
   La canciller reiteró que si el euro cae, también lo hará Europa, y defendió que si los cambios del tratado a nivel europeo son demasiado difíciles, en un momento en que se deben tomar decisiones con rapidez, hay que hacerlos en el marco de la eurozona. "No veo otras alternativas actualmente", añadió.
   Asimismo, remarcó que situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias e insistió en que no hay vuelta atrás en el hecho de que los países que no cumplan las normas ceden parte de sus responsabilidades a las autoridades europeas.
   Por otro lado, subrayó que los mercados están exagerando las diferencias en la competitividad entre los países de la eurozona cuando inicialmente las habían subestimado.

No a financiar presupuestos nacionales
Las máximas autoridades financieras de Alemania subrayaron este martes el compromiso del país germano con el euro y la estabilidad de la eurozona, aunque volvieron a expresar su rechazo a la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) se convierta en el prestamista de último recurso de la región y contribuya a financiar los presupuestos de los Estados miembros.
   "Haremos todo para prevenir los peligros que acechan a la estabilidad del euro", indicó en un discurso el ministro alemán de Finanzas, Wolgang Schaeuble, quien, sin embargo, recordó que el BCE debe ser independiente, "ya que no está ahí para financiar a los Estados".
   En este sentido, el presidente del Bundesbank y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Jens Weidmann, rechazo las presiones para que el instituto emisor europeo se convierta en prestamista de último recurso de los gobiernos como sucede en el caso de otros bancos centrales.
   "Existen razones de peso, especialmente en momentos de dificultad, para insistir en la independencia del banco central, una independencia legitimada únicamente si su mandato se centra en la estabilidad de precios", afirmó Weidmann, quien recordó que "no es su trabajo, e incluso está prohibido, que financie a los Estados".
   "La asunción del compromiso de prestamista de último recurso para los países miembros endeudados supondría forzar al límite su mandato y pondría en duda su legitimidad e independencia", apuntó el banquero, que advirtió de que algunas de las propuestas escuchadas equivaldrían a "tratar de calmar la sed bebiendo agua del mar".
   Por otra parte y con carácter general, el presidente del Bundesbank subrayó el interés de Alemania en superar la crisis y preservar la Unión Monetaria, aunque matizó que la locomotora europea no puede permanecer indiferente al respecto de cómo y de qué manera se supera esta crisis.
   "No puede cuestionarse el interés fundamental de Alemania en superar la crisis de deuda y en una Unión Monetaria estable, pero todo lo que hagamos para resolver la crisis debe siempre considerarse si proporciona un marco regulatorio estable para el futuro", dijo Weidmann, quien advierte de que sin un acercamiento coherente, creíble y viable a largo plazo, "no será posible restaurar la confianza".
   En este sentido, el banquero alemán apuntó dos posibilidades distintas. En primer lugar, el conocido como "Maastricht plus", que supondría profundizar en los principios existentes con un refuerzo de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y del procedimiento sancionador.
   Sin embargo, Weidmann apuntó que existe una alternativa a este planteamiento que consiste en dar un "gran paso hacia alguna clase de unión fiscal" en la que los parlamentos nacionales cederían parte de su capacidad para establecer los presupuestos nacionales, al menos en los casos en los que se hubieran incumplidos las reglas fiscales acordadas.
   "Profundizar en la integración exigiría cambios en los tratados y en las constituciones nacionales. Esto implicaría una mayor integración orientada a una estabilización clara", explicó Weidmann, quien apuntó el ejemplo de la limitación constitucional del déficit en Alemania, una medida que el Bundesbank "desearía ver aplicada en todos los países".
   Por otro lado, el presidente del Bundesbank expresó su confianza en que España e Italia serán capaces de superar las dificultades que atraviesan sin la necesidad de recibir ayuda externa y espera que sus respectivos nuevos gobiernos aplicarán las medidas requeridas para ello.
   "En ambos casos, confío en que estos países no necesiten ayuda financiera externa, sino que se ayudarán a sí mismos y los nuevos gobiernos adoptarán las medidas necesarias", dijo Weidmann al referirse a las renovadas presiones en los mercados de deuda que atraviesan España e Italia.
   Por otra parte, el banquero alemán destacó los progresos de Irlanda y Portugal, mientras que reconoció que el caso de Grecia es "excepcional" y dejó claro al país heleno que "la ayuda sólo será prestada si se cumple el programa de reformas".
   Por otro lado, el presidente del Bundesbank auguró que, a pesar de la incertidumbre y la significativa desaceleración de la economía, Alemania no entrará en recesión.
   "Actualmente espero que no se produzca una recesión en Alemania; parece que, tras un fuerte tercer trimestre, se registrará una desaceleración significativa en invierno", pronosticó.

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