domingo, 18 de diciembre de 2011

Una zona euro bajo presión se prepara para una nueva semana delicada

BRUSELAS.- La Eurozona se prepara para una semana delicada que comenzará con una reunión telefónica el lunes de sus ministros de Finanzas sobre el aumento de los recursos del FMI, para que éste a su vez pueda ayudarles, y negociaciones respecto a su "pacto presupuestario" ante la crisis de la deuda.

La eventualidad de una degradación de la nota de varios países de la zona euro continuará pesando sobre esas reuniones, cuyo objetivo es dar forma a algunas de las decisiones adoptadas durante la última cumbre europea, los días 8 y 9 de diciembre.
La agencia Standard & Poor's advirtió a principios de diciembre que podría bajar la calificación crediticia de 15 países de la zona euro.
El viernes, Fitch se le adelantó rebajando la perspectiva de Francia a "negativa" y amenazando con bajar las notas de España, Italia, Bélgica, Eslovenia, Chipre e Irlanda hacia fines de enero a más tardar.
En ese contexto, los ministros de Finanzas de la Eurozona mantendrán el lunes por la tarde una conferencia telefónica para hablar de varias cuestiones técnicas vinculadas a la crisis de la deuda, declaró este domingo una fuente gubernamental.
"Habrá una reunión telefónica del Eurogrupo el lunes por la tarde" hacia las 16.00 "para discutir las consecuencias de la cumbre europea de los días 8 y 9 de diciembre" consagrada a los medios para resolver la crisis de la deuda, destacó esta fuente.
En esa ocasión, la zona euro y otros países de la Unión Europea (UE) dijeron que querían reflotar al FMI con hasta 200.000 millones de euros bajo la forma de préstamos bilaterales.
La idea es que esta institución luego preste dinero a los países de la zona euro en dificultades, y que los países emergentes sigan ese ejemplo participando también en la recapitalización del FMI. Los europeos se dieron un plazo de diez días para dar precisiones sobre dicha operación.
"Los europeos todavía discuten al respecto entre ellos, por ahora no hay gran cosa. El reparto parece complejo: se trataba de que fuesen 150.000 millones de euros de la zona euro y 50.000 millones de euros del resto de la Unión Europea", indicó el viernes una fuente vinculada al tema.
Por ahora, algunos países dieron su acuerdo de principios, pero sin anunciar el monto de su contribución, mientras que otros no se pronunciaron al respecto.
Bélgica dijo que estaba dispuesta a contribuir con unos 9.500 millones de euros. Gran Bretaña, en cambio, se niega a participar en dichos préstamos.
"Nosotros no hemos asumido un compromiso específico para incrementar los recursos del FMI. Nosotros fuimos claros (durante la última cumbre europea) sobre el hecho de que no contribuiremos a esos 200.000 millones de euros (de préstamos)", indicó un portavoz del primer ministro David Cameron.
Otra cuestión en la agenda de la zona euro es el comienzo de las negociaciones técnicas respecto al tratado intergubernamental sobre la disciplina presupuestaria reforzada decidida durante la cumbre del 8 y el 9 de diciembre.
Los dirigentes europeos, exceptuando al primer ministro británico, se habían puesto de acuerdo para asumir las consecuencias de la crisis de la deuda trabajando en la elaboración de un acuerdo que prevé imponer el retorno al equilibrio presupuestario o decidir sanciones financieras más automáticas contra los países laxistas.
Para que dichas decisiones sean aplicadas, ese acuerdo tomará la forma de un tratado entre los países de la Eurozona y otros Estados que quieran asociarse al mismo.

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