sábado, 10 de diciembre de 2011

La Conferencia sobre el clima aprueba un acuerdo histórico

DURBAN.- Un acuerdo sobre un programa que establece un nuevo rumbo de acción para todas las naciones en el combate al cambio climático fue anunciado por el presidente de una conferencia de la ONU contra este flagelo.

La conferencia de 194 países accedió a comenzar las negociaciones en torno a un nuevo acuerdo, el cual pondría a todos los países bajo el mismo régimen legal para que cumplan sus compromisos de control de los gases que generan el llamado efecto invernadero. Entraría en vigencia a más tardar en el 2020.
En la actualidad, sólo los países industrializados tienen objetivos de reducción de emisiones legalmente vinculantes bajo el Protocolo de Kioto, firmado en 1997. Esos compromisos expiran el año próximo, pero serán ampliados cinco años más bajo el acuerdo alcanzado el domingo.

El proceso


Los ministros y delegados de los 194 países que participan en Durban (Sudáfrica) en la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático decidieron someter el paquete de decisiones a las plenarias a última hora de la noche del sábado, aunque la posibilidad de consenso seguía incierta tras trece agotadores días de debates.
Las plenarias, públicas, mostraron que las divergencias no habían sido resueltas.
"La República Bolivariana de Venezuela no será vendida", clamó la jefa de la delegación venezolana, Claudia Salerno, al indicar que no aceptará aprobar documentos menos ambiciosos para los países desarrollados a cambio de que salga la estructuración de un Fondo Verde del Clima que deberá disponer de 100.000 millones por año hacia 2020 para ayudar a los países en desarrollo.
Al final de la tarde los negociadores habían expresado optimismo en un acuerdo, pero este se moderó con los primeros discursos. Una jefa de delegación confirmó que se había producido un atascadero que llevaba a Europa, algunos países en desarrollo y las pequeñas islas a pedir compromisos más ambiciosos de los principales emisores del planeta.
"Obviamente no es un acuerdo perfecto, que alcanza todos nuestros intereses" pero es "un paquete muy significativo", dijo que jefe de la delegación de Estados Unidos, Todd Stern, que hasta esa fecha no había confirmado si aprobaría los documentos.
El sábado la conferencia de Durban se convirtió en la más larga entre las 17 que ya ha habido, cuando entraba el domingo en su decimocuarto día de negociaciones por falta de acuerdos, y en su segunda noche consecutiva. También fue la segunda conferencia más concurrida, atrás de la de Copenhague de 2009, que a última hora falló en aprobar un ambicioso acuerdo.
La conferencia debía decidir sobre la aprobación de tres grandes temas: un régimen legal que comprometa a todos los países en la lucha contra el cambio climático, la renovación del Protocolo de Kioto que obliga a las naciones ricas recortar sus emisiones, y la estructuración del Fondo Verde.
Europa ha ofrecido renovar el protocolo de Kioto, el histórico documento que las conferencias de los años anteriores no lograron renovar, y cuya validez terminaba en 2012 dejando al mundo sin un acuerdo legal que obligue a los países a recortar sus emisiones.
Los europeos consiguieron a cambio que los países, en especial los grandes emisores de gases nocivos al clima (como China, India, Brasil y Estados Unidos que no están bajo Kioto), aceptasen un instrumento legal o "protocolo" que los obligue a recortar emisiones.
Estados Unidos, China e India habían presentado las principales objeciones a esos acuerdos.
Otro de los grandes temas de la conferencia es el Fondo Verde Climático, lanzado en 2010 en Cancún y que tiene que ser estructurado en esta reunión para poder operar multimillonarios fondos que deberán llegar a 100.000 millones de dólares por año en 2020.
Las delegaciones se preparaban para otra madrugada de negociaciones.
Los atrasos habían levantado crispación y frustración el sábado. La ministra de Ecología Francesa, Nathalie Kosciusko-Morizet, alertó de un "riesgo de fracaso debido a un problema de gestión de tiempo".
Los ambientalistas, que siguen atentamente la conferencia, unieron voces para pedir "más niveles de ambición" en los compromisos, dijo Tim Gore, asesor de la organización británica Oxfam.
El objetivo de las negociaciones es lograr un compromiso de actuación de los países que limite el aumento de la temperatura del planeta a un máximo de 2ºC. Un estudio divulgado durante la conferencia indicaba que los compromisos actuales de reducción de emisiones asumidos por los países no son suficientes y conducirían a un calentamiento de 3,5 grados.

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