lunes, 12 de diciembre de 2011

Fitch cree que la falta de una solución integral a la crisis eleva la presión sobre los ratings de la eurozona

LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings considera que la cumbre de la Unión Europea (UE) celebrada la semana pasada "ha hecho poco" a la hora de aliviar las presiones sobre la deuda soberana de la zona euro y cree que la ausencia de una solución integral a la crisis europea aumenta las presiones sobre los ratings en el corto plazo.   

   En un comunicado, Fitch cree que el Consejo Europeo ha dejado claro que los políticos europeos están respondiendo a la crisis con mejoras adicionales en vez de ofrecer una "solución integral". Aún así, demostró un "fuerte apoyo político" al euro, así como que sus miembros están poniendo en marcha el marco político e institucional para una eurozona viable y una mayor unión fiscal en última instancia.
   Sin embargo, adoptar un enfoque gradual en los cambios impone "costes financieros y económicos adicionales" en comparación con lo que supondría una solución integral inmediata. "Esto significa que la crisis continuará en varios grados de intensidad durante 2012 y probablemente después, hasta que la región sea capaz de sostener una recuperación económica amplia", añade.
   La agencia destaca que, en el corto plazo, se producirá una importante recesión económica en toda la región, ya que la eurozona se enfrenta a "intensas presiones de los mercados" que están provocando una pérdida de la confianza entre las empresas y los consumidores, una débil actividad industrial y unas ventas minoristas.
   En su opinión, sus previsiones de crecimiento para la eurozona del 0,4% del PIB y del 1,2% en 2013 serían "significativamente más altas" si existiera una solución integral a la crisis, cuya ausencia ha incrementado la presión en el corto plazo sobre los perfiles de crédito y los ratings en el corto plazo.
   Fitch cree que la última cumbre, como otras anteriores, ha concluido con avances positivos, como la financiación de 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), el adelanto en la entrada en vigor del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) y el cambio de política sobre la implicación del sector privado en próximos rescates. "Y como en todas las cumbres existen riesgos en su ejecución", matiza.
   En esta línea, incide en que las conclusiones de la cumbre muestran el deseo a largo plazo de avanzar hacia una forma de integración fiscal a cambio de una prudencia fiscal reforzada, y recuerda que la mayoría de las economías vulnerables de la eurozona ya están implementado agresivos programas de austeridad y algunas están cambiando sus constituciones. "Es demasiado pronto para juzgar cuál será la eficacia del pacto fiscal debido a la incertidumbre que rodea cómo será implementado", advierte.
   Respecto al BCE, Fitch aún cree que el BCE es el "único cortafuegos realmente creíble" de la crisis de liquidez o incluso de solvencia en Europa, bien sea directamente a través de programa de compra de deuda soberana o bien indirectamente permitiendo al FEEF y al MEE acceder a su balance.
   "La esperanza de que el BCE intensificara sus medidas de apoyo a sus accionistas soberanos como un 'quid pro quo' por los cambios legales e institucionales que dieran al BCE una mayor confianza en el compromiso a largo plazo de los gobiernos de la eurozona con la disciplina fiscal parece haber estado fuera de lugar", agrega.

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