lunes, 5 de diciembre de 2011

La salida de España del euro provocaría una crisis bancaria y una contracción económica

MADRID.- La salida de España provocaría de forma "inmediata" una "fuerte inestabilidad económica" que conllevaría "muy probablemente" a una crisis bancaria ante la previsible devaluación de la nueva moneda en un corto espacio de tiempo, según el Instituto de Estudios Económicos 'Flores de Lemus'.

   Esta devaluación produciría una retirada de depósitos bancarios en euros y una "inmediata salida" de capitales, con el fin de cubrirse del previsible riesgo cambiario y conllevaría además una restricción de crédito, una reducción del consumo y la inversión y, por tanto, una nueva contracción económica.
   Asimismo, supondría un aumento de la deuda externa en la misma proporción que se devaluara la moneda, y generaría nuevos costes en emisión de nuevas monedas y billetes y nuevos cajeros. "La salida de esta crisis no debería pasar por la desaparición del euro", afirma.
   Ante la crisis de la economía española y de su deuda en el contexto del euro, Flores de Lemus cree que las autoridades españolas tienen "cierto margen" para tomar una serie de medidas tendentes a combatir la crisis, independientemente de las autoridades europeas.
   En concreto, cree "urgente" acometer una reforma de bancos y cajas e intentar que sus balances reflejen el valor real de sus activos inmobiliarios, al tiempo que hay que hacer reformas "decididas" dirigidas a reactivar la demanda interna y a mejorar la eficiencia y la competitividad del sistema productivo español frente al exterior.
   Dichas reformas deben tender a la flexibilización del mercado laboral para evitar que el ajuste se realice vía cantidades y a la racionalización de las finanzas autonómicas. "Es especialmente necesaria la acción empresarial, globalmente concebida para crear demanda", señala.
   Flores de Lemus ha aprovechado para revisar una vez más sus previsiones y estima ahora que el PIB crecerá un 0,8% este año, una décima más que en la última revisión. Para 2012, sitúa el crecimiento del PIB en el 0,3%, siete décimas menos.
   En concreto, cree que la demanda nacional seguirá lastrando el crecimiento, mientras que la demanda externa seguirá mostrando aportaciones positivas, como suele ocurrir en los periodos de recesión económica.
   Así, cree que la situación de parálisis que puso de manifiesto el INE con el último dato de Contabilidad Nacional (tercer trimestre) se prolongará, al menos, durante el cuarto trimestre de 2011, lo que supone una "pausa" en la "débil e incipiente" recuperación que la economía española había empezado a mostrar.

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