miércoles, 11 de enero de 2012

China espera que las sanciones a Irán no afecten a sus importaciones de petróleo

PEKÍN.- China rechaza las sanciones que ha impuesto Estados Unidos a Irán por su programa nuclear y espera que sus importaciones de petróleo iraní no se vean afectadas por esas medidas, según ha manifestado el Gobierno este miércoles, después de que se reunieran en Pekín el primer ministro chino, Wen Jiabao, y el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner.

El secretario del Tesoro está realizando una gira por Asia para conseguir apoyo para las sanciones que impuso Washington recientemente para las instituciones financieras que hagan negocios con el Banco Central de Irán, su principal centro de compensación para las exportaciones de petróleo. Esto puede preocupar a China, el principal comprador de crudo iraní, porque le resultará más difícil pagarlo.
   Una fuente oficial estadounidense ha confirmado que Geithner ha abordado el tema de Irán durante los encuentros que ha mantenido en Pekín.
   Estados Unidos quiere que China pague menos por el petróleo iraní que compra y que incluso reduzca la cantidad que importa. Pekín ya redujo sus importaciones de petróleo iraní en enero y febrero del año pasado por las diferencias entre ambas partes por las condiciones contractuales y ha estado buscando fuentes de suministro alternativas.
   Pero, al referirse a esta cuestión en una rueda de prensa, el viceministro de Asuntos Exteriores, Zhai Jun, ha dejado claro que China, independiente de que aumente o disminuya sus importaciones de petróleo iraní, se opone a las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos.
   "Irán es un suministrador de petróleo sumamente importante para China y esperamos que nuestras importaciones no se vean afectadas, porque son necesarias para nuestro desarrollo", ha declarado.
   "Estamos en contra de ejercer presión y de las sanciones porque de esta manera no se resuelven los problemas. Nunca se han resuelto así", ha subrayado. "Esperamos que estas sanciones unilaterales no afecten a los intereses de China", ha añadido.
   Pekín ha apoyado las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU --donde tiene poder de veto-- cuyo fin es que Teherán suspenda sus actividades atómicas, aunque al mismo tiempo ha intentado asegurarse de que sus relaciones en el área de la energía no se ven afectadas.
   La Unión Europea ya se ha comprometido a prohibir la importación de crudo iraní, pero a Estados Unidos le va a resultar más complicado convencer a China, Japón o India, los tres principales compradores. Geithner se dirigirá a Tokio cuando se vaya de Pekín.
   Liu Weimin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, ha reiterado que "China es un importante país en desarrollo y tiene una gran demanda de energía". "Es poco razonable que un país imponga leyes nacionales que ignoren las leyes internacionales y además pida a otros que las apliquen. China cree que la cooperación energética normal y la demanda razonable no están relacionadas con la cuestión nuclear de Irán no deben verse afectadas", ha recalcado.
   Por otro lado, Zai ha indicado que son las empresas petroleras las que deciden dónde compran el crudo. "En lo que se refiere a las importaciones, si se compra un poco más o un poco menos a Arabia Saudí o a Irán, es algo que se basa totalmente en las necesidades económicas de China y en la oferta y la demanda; no depende de mí", ha argumentado.
   Arabia Saudí es el país que más petróleo vende a China, seguido de Angola e Irán, en este orden.

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