viernes, 20 de enero de 2012

Grecia y sus acreedores liman diferencias sobre la reestructuración de la deuda

ATENAS.- El Gobierno griego y sus acreedores privados han acercado sus posturas respecto a un posible acuerdo para un canje de bonos, que evitaría que el país heleno incumpla sus obligaciones de pago y que aliviaría la crisis de la deuda soberana que afecta a la zona euro.

   Grecia se está quedando sin tiempo mientras trata de cerrar un acuerdo antes del lunes para obtener una nueva inyección de dinero, antes del vencimiento en marzo de bonos por unos 14.500 millones de euros.
   Fuentes conocedoras de las negociaciones reconocieron la inminencia de un acuerdo para reducir la deuda griega y que ambas partes podrían presentar una propuesta conjunta durante un encuentro de ministros de Finanzas de la zona euro que tendrá lugar el lunes.
   Representantes de la banca y del Gobierno griego retomaron esta semana las negociaciones sobre la reestructuración de la deuda soberana de Grecia después de que los temores a un 'default' del país heleno se disparasen cuando el pasado viernes las dos partes interrumpieron las conversaciones por sus diferencias respecto al cupón o el interés a pagar por Grecia en sus nuevos bonos.
   Grecia necesita llegar a un acuerdo para poder recibir los fondos del segundo plan de rescate de 130.000 millones de euros que los prestamistas oficiales del país, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, diseñaron en octubre.
   Sólo el papeleo involucrado tomaría semanas, lo que significa que si no se logra pronto un acuerdo, Atenas podría arriesgarse a una caótica cesación de pagos en marzo, lo que podría condenar a la recesión a la economía mundial.
   Así, el grueso del canje de bonos debe ser acordado antes de la tarde del viernes y formalizado antes de la reunión del lunes de los ministros de Finanzas de la zona euro, dijo el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos.
   Sumándose a las presiones, funcionarios de la llamada "troika" de prestamistas internacionales comenzaron sus reuniones con el Gobierno griego el viernes para discutir reformas y planes para completar el paquete de rescate.
   "Ahora es el momento crucial en la batalla final por el canje de deuda y el momento crucial en la batalla final y definitiva por el nuevo rescate", dijo Venizelos al Parlamento. "Ahora es el momento para negociar por el bien del país", agregó.
   Ha sido difícil lograr avances en la última ronda de negociaciones, con los banqueros preocupados de sufrir pérdidas mucho mayores al descuento de un 50% que se espera que asuman sobre el valor nominal de sus bonos.
   Se espera que las pérdidas reales para los inversores sean mucho mayores, dependiendo de los términos, como el cupón, que se están negociando.
   Una fuente cercana a las negociaciones dijo anteriormente que Atenas y sus acreedores internacionales habían ofrecido inicialmente un cupón de poco más de un 3,5%, pero los tenedores de bonos lo rechazaron por considerarlo muy bajo, ya que están buscando un cupón de al menos un 4%, dijo la fuente.
   Una de las opciones que se considera es un cupón que suba tras mantenerse estable durante los primeros diez años, dijo otra fuente cercana a las negociaciones.
   Según informaciones de la prensa griega, se podría acordar un cupón de entre un 3 y un 5%, dependiendo del plazo de los nuevos bonos, lo que significaría una pérdida de entre el 65 y 70% en términos del valor presente neto para los inversores.
   Grecia atraviesa su peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, con un desempleo en niveles récord y con protestas y huelgas casi a diario contra las medidas de austeridad que han profundizado lo que ya era una recesión brutal.

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