miércoles, 11 de enero de 2012

Una huelga por el combustible paraliza Nigeria por tercer día

LAGOS.- Una disputa entre el Gobierno de Nigeria y los sindicatos por un aumento de más del doble en los precios de combustibles paralizaba el miércoles al país por tercer día consecutivo y ninguno de los bandos mostraba señales de ceder en sus posturas.

Las calles de la capital comercial nigeriana, Lagos, se encontraban prácticamente desiertas, a excepción de jóvenes que instalaron barricadas para impedir el paso de vehículos, grupos de manifestantes y unos cuantos vendedores que intentaban trabajar pese a la paralización.
Los trabajadores decidieron que la huelga siguiera adelante indefinidamente, a menos que el Gobierno restaure los subsidios a los combustibles que eliminó el 1 de enero, pero las autoridades han dicho que podrían dejar sin salarios a los funcionarios civiles que se plegaron a la acción.
Bancos, restaurantes y tiendas estaban cerrados, una evidencia de que la huelga está perjudicando a la economía de un país donde la mayoría de personas vive con menos de dos dólares diarios.
El Gobierno del presidente Goodluck Jonathan encara en la actualidad dos graves problemas de seguridad: la oposición al alza en los precios de la gasolina que ocasionalmente se ha vuelto violenta y la campaña insurgente iniciada por el grupo militante Boko Haram.
Algunos economistas dicen que el subsidio de los combustibles habría llevado pronto a la bancarrota a la nación africana. Pero su eliminación duplicará con creces el precio de la gasolina a 150 nairas (0,73euros) por litro, privando a los nigerianos de lo que muchos consideran como el único beneficio por la venta de crudo.
Jonathan ha defendido con firmeza su decisión de retirar los subsidios en el primer productor de petróleo de África, que debe importar buena parte de sus derivados del crudo debido a su falta de capacidad de refinación.

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