sábado, 18 de febrero de 2012

Argentina toma medidas drásticas para afrontar la crisis internacional

BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino adoptó medidas drásticas para enfrentar los efectos de la crisis internacional, como un riguroso control de importaciones y la reducción de subvenciones a servicios públicos, en un año donde se proyecta un crecimiento más moderado que en 2011.

Con el respaldo del contundente triunfo electoral de octubre pasado (53,9%), la presidenta argentina, Cristina Kirchner, suprimió subsidios por unos 1.127 millones de dólares a varios sectores de la economía para contener el gasto público, lo que redundará en aumentos tarifarios y de precios.
En 2011, en plena campaña electoral, los subsidios alcanzaron un récord de 74.000 millones de pesos (16.900 millones de dólares), 50% más que en 2010, según cifras de la Asociación Argentina del Presupuesto (ASAP).
La presidenta llama a estas medidas "la sintonía fina" de la economía, un eufemismo para evitar la palabra "rigor".
"El giro en la política fiscal y de ingresos respecto al año electoral es elocuente, aunque esperado", dijo la economista Marina Dal Poggetto del estudio Bein & Asociados, que prevé para 2012 un crecimiento de la economía de 3,5%, inferior al 5,1% que se pronostica en el Presupuesto oficial.
"El mundo no es necesariamente negativo para Argentina, más allá de que puedan producirse imprevisibles", dijo Dal Poggetto, pero el país "no puede seguir creciendo al ritmo que lo viene haciendo", de un promedio de casi 9% anual desde 2003, con un 8,8% en 2011.
Argentina necesita un saldo comercial positivo para asegurarse divisas y mantener el nivel de reservas monetarias, que bajaron en 2011 de 52.000 millones de dólares a 46.000 millones, aunque el Banco Central ha vuelto a ser comprador en el mercado tras la imposición de controles cambiarios.
El país sudamericano necesita divisas para afrontar en 2012 vencimientos de su deuda por unos 16.000 millones de dólares.
En ese contexto, sostener un saldo comercial positivo "se ha convertido en una virtual ?cuestión de Estado?", señaló la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
"Tal propósito supone no sólo alcanzar un excedente de más de 9.000 millones de dólares (anuales), sino lograr que se liquide el total de las exportaciones, incrementar los ingresos por turismo y negociar con el capital extranjero para que sean menores sus remesas en concepto de utilidades y dividendos", agregó.
La economía atraviesa un ciclo de crecimiento --con una ralentización en 2009--, pero con la limitación de no tener acceso al crédito o sólo a tasas muy altas, y de sufrir fuga de capitales.
El país quedó marginado de los mercados desde que declaró en diciembre de 2001 la moratoria de su deuda por casi 100.000 millones de dólares.
Para 2012, el gobierno prevé un aumento de 8,8% en las exportaciones (USD 90.833 millones) y de 8,1% en las importaciones (USD 82.254 millones), que dejaría un superávit de 8.579 millones de dólares.
En 2011 Argentina cerró con una balanza comercial superavitaria de 10.347 millones de dólares, 11% menos que en 2010.
El gobierno puso en marcha medidas de corte proteccionista, muy criticadas por sus socios del Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay), a los que Argentina destina el 25% de sus exportaciones y donde se originan 31% de sus compras.
Las autoridades demoran hasta 10 días para autorizar compras, que los importadores deben solicitar mediante una detallada declaración jurada.
"La solución que encontró el gobierno es controlar las importaciones para compensar el déficit de cuentas de servicios reales y financieros. No es una medida que arregle las cosas pero tiene lógica, aunque a corto plazo porque la falta de insumos frena la producción industrial", dijo el economista Orlando Ferreres.
Productor de alimentos, Argentina vio reducir sus expectativas de superar los 100 millones de toneladas para la campaña actual de granos, en particular soja y maíz debido a la sequía.
Entidades privadas estiman que la cosecha de soja alcanzará los 46 millones de toneladas y la de maíz 22 millones de toneladas, cifras inferiores a 2011.
La inflación, con una previsión oficial de 9,2% para 2012 y que economistas privados estiman en al menos el doble, es una de las debilidades de la estrategia.
Otra necesidad es compensar el abultado déficit en la balanza del sector energético del país que fue exportador de combustibles, pero que en 2011 tuvo que importar hidrocarburos por 9.396 millones de dólares, 110% más que en 2010, admitió la presidenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario