miércoles, 1 de febrero de 2012

Portugal contesta a la presión del mercado con una exitosa subasta

LISBOA.- Portugal respondió hoy a la creciente presión de los mercados con una exitosa subasta de deuda a corto plazo, la tercera del año, en la que logró reducir los intereses en tres décimas.
 
Atribuida al riesgo de contagio de Grecia y a la degradación de las notas de solvencia lusa, la subida de intereses de las últimas semanas, la deuda a medio y largo plazo de Portugal había situado nuevamente al país en el centro del torbellino económico europeo.
A pesar de que las obligaciones lusas a diez, cinco y dos años superasen esta semana máximos históricos en el mercado secundario -el referente para los inversores- con el 17 %, el 22 % y el 21 % de interés, respectivamente, el Tesoro portugués colocó hoy los 1.500 millones de euros previstos y con menores penalizaciones.
Los inversores compraron letras a tres meses por valor de 750 millones de euros a cambio de una rentabilidad del 4,07 %, frente al 4,37 % de la puja del 18 de enero.
En letras a seis meses se vendieron otros 750 millones de euros con una penalización del 4,46 %, tres décimas inferior a la registrada en la última emisión.
El interés a tres meses es el menor conseguido por Lisboa desde el 20 de abril pasado, cuando fue del 4,05 % en la primera subasta de deuda lusa tras la petición de ayuda financiera internacional.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional concedieron semanas después a Portugal una ayuda de 78.000 millones de euros, que no han logrado bajar la presión de los mercados sobre sus bonos.
Con todo, los intereses aplicados hoy son significativamente más elevados que los habituales en las subastas anteriores a la crisis de la deuda.
A comienzos de 2010, el país pagaba una penalización inferior al 1 % en deuda a tres y seis meses.
Analistas financieros interpretan los buenos resultados de la subasta de hoy en la confianza de los inversores de que Portugal cumpla sus compromisos a corto plazo.
No obstante, las dudas de los mercados suben con los plazos más largos por la desconfianza de que Portugal logre financiarse sin la ayuda externa a partir de finales de 2013, cuando se prevé su regreso al mercado al finalizar el préstamo de la UE y el FMI.
Esos temores han disparado las especulaciones sobre la necesidad de un nuevo rescate para que Lisboa pueda cumplir con sus compromisos, algo que el Gobierno conservador luso ha descartado insistentemente.
El primer ministro, Pedro Passos Coelho, volvió a subrayar, en declaraciones recogidas hoy por medios lusos, que Portugal va a cumplir su draconiano programa financiero "cueste lo que cueste", e insistió en que no "fallará" en las metas de déficit establecidas.
"Quien quiere cumplir lo acordado no comienza por decir que desea negociar todo, que necesita más tiempo, más dinero. Esa es una historia que no va con nosotros", aseguró.
Para recibir íntegramente los 78.000 millones de euros del rescate, Portugal necesita reducir su déficit desde el 9,8 % en 2010 hasta menos del 3 % en 2013 a través de drásticos cortes en el gasto estatal que debe acompañar, además, de reformas estructurales.
Pero el severo programa de austeridad también ha acentuado la recesión, según diversos analistas, y en los últimos descensos de la calificación financiera lusa ya han pesado no sólo los desajustes presupuestarios sino también sus malas perspectivas económicas, que preven en 2012 una contracción del 3 %.
El mal entorno económico y los recortes han sido considerados un factor adicional de riesgo no solo para el Estado y las empresas públicas sino también para las grandes corporaciones y la banca lusa, con problemas de financiación por que buena parte de su deuda ha sido colocada en niveles próximos al bono basura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario