miércoles, 29 de febrero de 2012

La Unión Europea, dividida sobre el intento de España de relajar el déficit

BRUSELAS.- Los esfuerzos que está haciendo el Gobierno español para tener más oxígeno para cumplir el déficit presupuestario en 2012 han abierto una fisura entre la Comisión Europea y varios estados miembros de la UE, con la Comisión defendiendo que los objetivos actuales de déficit no deberían relajarse, dijeron altos cargos de la UE.

El presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, confía en que los principales países de la UE le respalden en la cumbre de mañana jueves y den a entender que el objetivo de Madrid de recortar el déficit al 4,4 por ciento del PIB este año no debería ser vinculante.
De hecho, una fuente del Ejecutivo español explicó el miércoles que el Pacto de Estabilidad europeo permite cierto margen de maniobra para el cumplimiento de los objetivos ya que establece el objetivo final de llegar al 3 por ciento en 2013 por lo que superar el 4,4 por ciento previsto este año por el anterior Gobierno socialista no sería un incumplimiento.
España dijo esta misma semana que su déficit presupuestario de 2011 fue del 8,5 por ciento del PIB, significativamente mayor de lo esperado anteriormente, haciendo que el de 2012 sea más difícil de conseguir.
Pero la Comisión, órgano responsable de supervisar los presupuestos de la eurozona, no está por la labor de mostrar flexibilidad, al menos hasta que España explique por qué el déficit de 2011 se desvió tanto de lo previsto y presente nuevas medidas de austeridad.
"No estamos hablando de conceder más flexibilidad a ningún estado miembro cuando se trata de cumplir los compromisos", insistió el martes el portavoz del brazo ejecutivo de la UE, Olivier Bailly.
Sin embargo, dos altos cargos dijeron a Reuters que Alemania, Reino Unido y otros países apoyan la ofensiva de Rajoy para suavizar el objetivo de 2012.
"Aunque no espero una decisión formal mañana, es posible que haya algún tipo de entendimiento de que los objetivos de déficit deberían ser revisados", dijo uno de los cargos, refiriéndose a las discusiones en el Consejo Europeo del 1 y 2 de marzo.
"Todos los estados miembros, entre ellos Alemania, entienden que hay un problema con los déficit y necesitamos encontrar una solución".
El otro responsable dijo que la Comisión tiene "cierta flexibilidad" en los objetivos y que perseguir planes de consolidación fiscal no debería significar que esos objetivos sean inamovibles.
El problema para España es que el objetivo de déficit de 2012 estaba basado en una expectativa de crecimiento del 2,3 por ciento, mientras que las últimas proyecciones de la Comisión apuntan a que la economía se contraerá un uno por ciento este año.
La consecuencia es que Madrid tendría que presentar recortes presupuestarios o subidas de impuestos por más de 40.000 millones de euros, un importe sin precedentes, especialmente en un momento en el que la producción baja.
Rajoy insiste en que los déficit deben recortarse pero no a costa de la creación de empleo, prioridad número uno para un país con una tasa de paro superior al 20 por ciento.
"Recortaremos el déficit todo lo que podamos. Sin prisa pero sin pausa", dijo el presidente español en Radio Nacional de España.
La semana pasada, 12 países enviaron al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y al presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, una carta pidiendo que Europa desvíe su atención de los duros recortes presupuestarios hacia medidas que fomenten el crecimiento.
La economía de la zona euro se dirige hacia su segunda recesión en tres años y la UE, más amplia, también se estancará, según las últimas previsiones de la Comisión.
Siendo España uno de los países más severamente afectados, Rajoy ha intensificado la presión en Bruselas y las capitales europeas para conseguir respaldo a un mayor margen presupuestario y ha hablado con Barroso, Van Rompuy y varios jefes de Estado y Gobierno de la UE.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, también ha presionado a sus homólogos dentro de la zona euro y a Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios y responsable del cumplimiento de los objetivos déficit.
Rehn no ha cerrado la puerta a un examen de los objetivos pero ha dicho que Madrid debe explicar primero la desviación de 2011 y aportar detalles del presupuesto de 2012, que se ha retrasado a después de las elecciones andaluzas a finales de marzo.
Barroso se alineó con Rehn el miércoles y dijo que Madrid tiene que ceñirse a sus obligaciones y explicar la desviación de 2011.
"Todavía no tenemos el cuadro completo de la desviación fiscal de España el año pasado. Sólo entonces podemos tomar una postura sobre este asunto", dijo.
Aunque es posible que la Comisión dé al final cierto margen a España, no es muy probable que esto suceda en unas cuantas semanas y no antes de que se publiquen las nuevas previsiones de la Comisión del 11 de mayo.
Una de las razones es que a los responsables europeos les preocupa enviar una señal equivocada a los mercados financieros en un momento en que la crisis de deuda sigue bastante viva. Pero además, no quieren empezar a tratar a los países de forma diferente. Bélgica, por ejemplo, no ha tenido margen para el cumplimiento de sus objetivos presupuestarios.
Por otra parte, la Comisión se ha fijado no ceder terreno en su nuevo papel de supervisión presupuestaria, dijeron los responsables.

Ajuste de 15.000 millones

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, llevará mañana jueves a la reunión del Eurogrupo en Bruselas un ajuste extraordinario de 15.000 millones de euros en el conjunto de las Administraciones Públicas.
El recorte se sumaría al ajuste de también 15.000 millones aprobado en diciembre y permitiría al Ejecutivo de Mariano Rajoy reducir el déficit público en 2012 al 5,4-5,5 por ciento, un punto por encima del objetivo del 4,4 por ciento.
El miércoles, una fuente del Gobierno dijo que el Pacto de Estabilidad europeo permite cierto margen de maniobra para el cumplimiento de los objetivos ya que establece el objetivo final de llegar al 3 por ciento en 2013 por lo que superar el 4,4 por ciento previsto este año por el anterior Gobierno socialista no sería un incumplimiento.
El Ministerio de Fomento volverá a ser uno de los más castigados con el nuevo recorte.
El jueves, según fuentes del Gobierno, Rajoy tiene listo un ambicioso plan de privatizaciones y que se venderán sociedades autonómicas y municipales de aguas transporte o limpieza.
El Ministerio de Hacienda suprimirá prestaciones y servicios que dan los ayuntamientos, lo que podría generar un ahorro de 8.000 millones de euros.

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