viernes, 3 de febrero de 2012

Grecia trata de acordar reformas para salvar la moratoria

ATENAS.- El Gobierno de Grecia trataba hoy viernes de impulsar duras reformas laborales que conformen tanto a los políticos del país como a sus acreedores, que afrontan crecientes costos para salvar al país de una moratoria desordenada de su deuda.

Atenas está bajo presión para cerrar las negociaciones sobre un canje de deuda y un rescate que le permitan evitar una caótica suspensión de pagos, pero las esperanzas de un acuerdo inminente se desvanecieron con la suspensión de un encuentro de ministros de Finanzas de la zona euro previsto para el lunes, donde se preveía definir los detalles del rescate.
Los ministros podrían reunirse posteriormente en la semana, dijo el presidente de los ministros de Finanzas del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Atenas ha dicho que las negociaciones están en su etapa final, pero no ha logrado ningún acuerdo tras semanas de conversaciones.
Ahora, los gobiernos de la zona euro tendrían que reunir unos 15.000 millones de euros, por encima de los 130.000 millones acordados para Grecia en octubre, debido a que se necesitan fondos para recapitalizar a algunos bancos griegos, dijeron fuentes de la Unión Europea.
El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, se reunió con responsables de la llamada troika de acreedores privados el viernes, en un intento de acordar los detalles de recortes de salarios y de recapitalización de los bancos que luego deberá presentar a los líderes políticos del país para que los aprueben el sábado.
"Estamos teniendo negociaciones difíciles y tenemos decisiones difíciles que tomar", dijo el portavoz del Gobierno griego Pantelis Kapsis. "Tenemos que lidiar con asuntos políticos que están abiertos y son difíciles", agregó.
Sin un acuerdo sobre el canje o el rescate, Atenas corre el riesgo de caer en un impago cuando en marzo venzan 14.500 millones de dólares en bonos. Los inversores temen que esto genere pánico en los mercados mundiales y empuje a la economía global a la recesión.
El canje de bonos, en el cual los bancos y las aseguradoras asumen pérdidas reales cercanas al 70 por ciento de la deuda griega que poseen, está mayormente acordado, pero aún tienen que definirse algunos temas, como la participación del Banco Central Europeo.
Por otro lado, los acreedores extranjeros de Grecia aún tienen que dar el visto bueno a todo el rescate, en medio de dudas sobre el compromiso de Atenas con las reformas exigidas para hacer más competitiva su economía.
Papademos se reunirá con los líderes del socialismo, de los conservadores y de una agrupación de extrema derecha el sábado para convencerlos de que Grecia no tendrá otra opción que declarar el impago si no logra aprobar las reformas.
Kapsis, el portavoz del Gobierno, sugirió que el primer ministro intentaría ofrecer alternativas a los jefes de los partidos para conseguir su respaldo, aunque señaló que cada uno tendría que pagar su costo por la austeridad.
"No todo es blanco o negro. Hay paquetes de soluciones con alternativas", dijo Kapsis. "No importa qué decisión tomemos, tendrá un costo", afirmó.

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