domingo, 19 de febrero de 2012

La Eurozona decide si, de una vez por todas, quiere rescatar a Grecia

BRUSELAS.- La Eurozona intentará encontrar mañana lunes una solución para rescatar de una vez por todas a Grecia de la quiebra aunque para ello deberá convencer a algunos de sus socios, más partidarios de expulsar a ese país de la unión monetaria.

En las últimas horas, varios dirigentes europeos expresaron su confianza en que los ministros de Finanzas de los 17 países de la zona euro, que se reunirán en Bruselas, den su luz verde al desembolso de 130.000 millones de euros a Grecia, pendientes desde octubre de 2011.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, llegó este domingo por la noche a Bruselas para participar en la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro.
El Eurogrupo también prevé dar su aprobación al plan para reducir la colosal deuda de Grecia, que en estos momentos se eleva a 350.000 millones de euros (160% de su PIB), mediante una quita de 100.000 millones de euros por parte de los acreedores privados del país (bancos y fondos de inversiones).
Confiamos "en que un acuerdo sobre Grecia pueda cerrarse el lunes", suscribieron el jefe del gobierno italiano Mario Monti, la canciller alemana, Angela Merkel, y el propio Papademos, en un comunicado tras una conversación telefónica el viernes.
De no recibir la ayuda, Atenas deberá declarar una suspensión de pagos ya que el 20 de marzo afronta su próximo vencimiento de deuda por 14.500 millones de euros.
"Estamos cada vez más cerca de reunir los elementos necesarios para tomar una decisión", afirmó incluso el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, que en los últimos días se ha mostrado como uno de los más reacios a seguir ayudando a Grecia.
Sin embargo, matizó: "Aún es demasiado pronto para saber cuál".
En menos de una semana Grecia logró cumplir todos los requisitos que le exigió Bruselas para obtener la ayuda.
El pasado domingo, el parlamento griego aprobó el plan de reformas, en medio de masivas protestas que desencadenaron saqueos e incendios. Este domingo volvieron a celebrarse manifestaciones en Atenas, que reunieron a 3.000 personas contra las medidas de austeridad aprobadas por el gobierno.
Después de las protestas del domingo pasado, la Eurozona recibió las garantías de los partidos políticos que integran la coalición gubernamental griega de que quienquiera que gane las elecciones de abril, cumplirá con el plan de austeridad de Bruselas para ahorrar 3.300 millones de euros.
Y al final de la semana, Atenas daba por cumplido el último escollo: identificó los recortes que faltaban por 325 millones de euros.
"Creemos que tendremos el visto bueno del Eurogrupo", indicó el portavoz gubernamental, Pantelis Kapsis.
Pero en esa misma semana, varios países mostraron sin tapujos haber perdido la confianza en Grecia, aduciendo que Atenas no cumplió con ninguna de las reformas que prometió tras recibir 110.000 millones de euros en 2010.
"¿Quién dice que el segundo paquete de ayuda servirá? ¿Han hecho alguna reforma desde que les dimos la primera ayuda?", comentó un diplomático en Bruselas.
Así fue como surgieron algunas propuestas como la de entregar de forma escalonada o aplazar hasta después de las elecciones el rescate de Grecia. También se planteó una reforma sin precedentes para incrementar los sistemas de vigilancia con Atenas, mediante el bloqueo de una cuenta en la que se controlarán los fondos aportados para el pago de los intereses de la deuda griega.
Ambas propuestas estarán este lunes sobre la mesa, entre otros temas que prometen levantar polémica.
Sobre todo, luego de que se revelara que Grecia necesita más que 130.000 millones de euros para levantar cabeza. Una fuente diplomática indicó que la situación en el país se degradó tanto desde octubre que ahora necesitará otros 5.500 millones de ayuda.
Según un informe de los acreedores públicos de Grecia, la troika compuesta por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, habrá que tomar más medidas para reducir el nivel de endeudamiento hasta un 120% del PIB en 2020 como se pretendía, ya que la meta de este plan no se logrará sólo mediante la quita prevista por los privados.
Aquí podría tener un papel clave el BCE, que ya empezó a canjear los 50.000 millones de euros que detenta en bonos griegos por nuevos títulos para resguardarse de pérdidas, en el marco de la reestructuración de la deuda griega.
El futuro de Grecia, que entra en su quinto año de recesión, pende de un hilo. Y el malestar social por las medidas de austeridad, en un país con más del 20% del desempleo, ha sido enorme con protestas multitudinarias cada vez más violentas. Pero, según los sondeos, la mayoría de los griegos quiere seguir en la Eurozona.

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