martes, 21 de febrero de 2012

S&P dice que los préstamos del BCE no evitarán la restricción del crédito

LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's considera que la inyección de liquidez a tres años por parte del Banco Central Europeo (BCE) contribuye a reducir el riesgo de una crisis de financiación en Europa, aunque no será suficiente para evitar que las entidades reduzcan la expansión del crédito y subraya al mismo tiempo la débil capacidad para acceder a financiación por parte de muchas entidades.

   "Consideramos estas operaciones como medidas extraordinarias de alivio que reducen el riesgo de una crisis de  financiación, puesto que desde la primera operación los mercados mayoristas de deuda se han reabierto y se han relajado las condiciones de préstamo", señala la agencia, que, sin embargo, advierte de que estos acontecimientos, aunque positivos, sirven para ilustrar la debilidad del perfil de financiación del sector bancario europeo.
   En este sentido, S&P señala que Grecia y Portugal se encuentran bajo "estrés crediticio", mientras que otros países como Irlanda, Italia y España no lo estarían, a pesar de la erosión registrada por sus perfiles de crédito desde 2008 ha transmitido a sus respectivas entidades unas similarmente débiles condiciones de financiación.
   Por otro lado, la calificadora de riesgos alerta de los cada vez mayores riesgos que se percibirán a medida que se aproxime el vencimiento de estos préstamos en 2015, puesto que esta mayor presencia del BCE como fuente de financiación tiene carácter temporal.
   Así, S&P apunta que el empleo por parte de los bancos de los fondos del BCE para financiar actividades corrientes, incluso a corto plazo, representa un modelo de negocio insostenible por la concentración y limitada disponibilidad de los fondos.
   De este modo, S&P considera que todos los bancos de Grecia e Irlanda, unos cuantos de Portugal y algunos casos singulares como Dexia han entrado en un "estado de dependencia" de los fondos del BCE, mientras que los bancos de Italia, España y otros países de la eurozona no han tomado prestado el mismo volumen de fondos, pero han aumentado su empleo en el corto plazo.
   "Consideramos el uso significativo de las facilidades de liquidez del BCE como algo negativo para el perfil autónomo de crédito de los bancos, dependiendo del papel del BCE en el mix de financiación de las entidades y la estructura de vencimientos de los activos y pasivos del banco", apunta la agencia.
   Por otro lado, S&P prevé que las entidades de la zona euro volverán a hacer un amplio uso de la facilidad de crédito con vencimiento a tres años que estará de nuevo a su disposición el próximo 29 de febrero, donde espera que los bancos soliciten otro medio billón de euros, elevando más allá del billón de euros los préstamos concedidos por el BCE bajo esta modalidad.
   Respecto a las operaciones de financiación del BCE, la agencia aprecia una importante brecha entre las entidades con capacidad de acceso al mercado y aquellas que no pueden recurrir a la financiación mayorista.
   De este modo, S&P observa una elevada dependencia de los fondos proporcionados por el BCE por parte de la banca griega, irlandesa y, en menor medida, portuguesa, mientras crece el recurso al BCE de los bancos de España e Italia, mientras las entidades de Francia y Bélgica mantienen una posición neutra y las de Finlandia, Austria, Países Bajos, Luxemburgo y Alemania son prestamistas netos.

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