viernes, 2 de marzo de 2012

El ex presidente español Zapatero pide a la Unión Europea que lidere un programa mundial de estímulo

MADRID.- El expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido este viernes a la UE que, junto a su "exigente programa de consolidación fiscal", esté dispuesta a liderar un "programa mundial de estímulos de crecimiento", especialmente a cargo de los países con superávit comercial, y ha subrayado que de ese modo se lograría que la consolidación fiscal sea "mucho más factible y más racional". 

  A su juicio, sería "inútil intentar avanzar sólo en la unión fiscal", o sólo en la económica "si no se avanza en un programa de impulso que tienen que liderar y protagonizar los países con superávit comercial en Europa y en el mundo".
   Zapatero se ha declarado "firme defensor" de la consolidación fiscal  y ha recordado que tomó "medidas difíciles" cuando tuvo que hacerlo, pero ha añadido que la situación económica cambió con la crisis de deuda del pasado agosto y que la UE debería saber reaccionar.
   "Las instituciones europeas, los gobiernos europeos, Alemania, deben tomar conciencia de que sólo con consolidación fiscal lo más probable es que no consigamos ni siquiera la consolidación fiscal porque necesitamos algo de crecimiento", ha remachado.
   Por eso, ha pedido un programa mundial de estímulo que lidere "primero la UE y luego el G-20", por parte de los países con superávit comercial. Y ha dejado claro que su llamamiento no es una "petición de ayuda y solidaridad" sino una iniciativa para recuperar "la estabilidad y el equilibrio", porque de ese modo los países con superávit tirarían de la demanda de los países que lo están pasando peor.
   Zapatero ha lanzado además a la UE una advertencia a largo plazo, y es que a la luz de la evolución de la economía mundial, en el año 2050 sólo estará en el G-8 si está unida --como segunda potencia mundial-- mientras que ningún país por sí solo lograría mantenerse en el club de las grandes economías. El exjefe de la Moncloa no ha hecho alusión alguna a las medidas del Gobierno actual ni a la situación política española.
   El expresidente ha participado en la conferencia Progreso Latinoamericano, organizada por la fundación del PSOE, IDEAS, y ha lanzado una advertencia similar a los representantes de partidos progresistas de la región: "Si Latinoamérica no se une no estará en el G8". Zapatero ha recomendado a las naciones de Latinoamérica, a los que ha reconocido como "celosas de su identidad", que apuesten por la integración regional para así hacer posible un mundo "multipolar".
 "Yo lo prefiero a uno unipolar y creo que tengo algún hecho que lo acredita", ha añadido.
   También les ha recomendado que apuesten por fortalecer sus Estados, sus instituciones y sus políticas fiscales, considerando que "no hay democracia representativa que pueda aspirar a lograr una igualdad de oportunidades si no tiene una política fiscal consolidada". Y en tercer lugar, que esos ingresos fiscales se dediquen a inversión pública en infraestructuras, tecnologías y educación, porque es lo que genera productividad: "No podemos olvidar que no hay política social sin economía que funcione, y hoy las economías funcionan donde hay productividad".
   Zapatero ha subrayado que los últimos 15 años de avances y desarrollo en América Latina, incluida su resistencia a la actual crisis, se han producido con gobiernos progresistas en la región, aunque ha reconocido que la "diversidad" de modelos progresistas iberoamericanos merece una "reflexión".
   En todo caso, convencido de que el pensamiento socialdemócrata moderno ha dado muy buenos resultados en Europa, ha deseado que se extienda por todos los países emergentes y en desarrollo. Es más, a su juicio, entre partidos progresistas sería más fácil deshacer el "nudo de incomprensión" que se ha vivido entre desarrollados y emergentes a la hora de gestionar la crisis mundial, con los grandes emergentes más reacios a extender la regulación financiera o a combatir el cambio climático.
   "Si los países emergentes decidieran dar un paso para afrontar todas estas realidades ayudarían a los desarrollados que tienen dificultades", ha resumido.
   El exlíder del PSOE ha dirigido también recomendaciones a los partidos progresistas, entre ellas "enraizar" mejor su discurso con los avances científicos y tecnológicos. A su juicio, entre ellos no hay "desafección por la política", pero a su modo de ver sí hay una "crisis, en el mejor sentido" de la "apoteosis ideológica" que se vivió en la segunda mitad del siglo XX y que "el tiempo de las grandes ideologías como recetas absolutas cumplió su función histórica".
   Por eso, les ha pedido que no se salgan "del campo de juego" y no dejen que otros lo sigan dominando. Es decir, que defiendan los mercados, pero "regulados", el sistema financiero "abierto", pero regulado, que hagan de la economía y la globalización su campo de juego y que se sitúen "en el centro del campo, que es donde los progresistas han obtenido sus mejores resultados políticos y sociales". En esa línea, les ha llamado a defender la política, lo público y la democracia representativa, porque "hay desafección, pero no hay alternativa".

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