viernes, 2 de marzo de 2012

España revisa al alza su meta de déficit (5,8%) para 2012 sin comunicárselo a Bruselas

BRUSELAS.- El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado que el déficit público de este año cerrará en el 5,8% del PIB, superior al 4,4% pactado con Bruselas, sin comunicárselo previamente a la Comisión que se había negado a atender las demandas de Madrid para flexibilizar el techo inicial. Y ha añadido que esta cifra respeta tanto la normativa de la UE como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Madrid mantiene la meta de déficit para 2013 en el 3% del PIB.

España puede esperar cierta flexibilidad para el objetivo de 2012 pero no para el 2013", advirtió una fuente comunitaria que pidió el anonimato, y que manifestó su sorpresa por la forma elegida por Rajoy para hacer el anuncio, sin prevenir antes a nadie.
"El objetivo de 2013 sigue siendo un objetivo, el de 2012 es menos importante", aseguró esta fuente.
Rajoy admitió que "no" había informado a sus socios de la decisión "ni tengo por qué hacerlo".
"Esta es una decisión soberana que toman los españoles. A la Comisión se la contaré en abril", cuando le envíe los presupuestos que se comprometió a hacer públicos el "30 de marzo" próximo.
   En la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo, Rajoy indicó que el déficit público ya se ha reducido un 1,5% --el equivalente a 15.000 millones de euros-- con las medidas adoptadas en diciembre, y que la reducción total para este año será del 3,5% desde el 9,3% en que cerró el déficit en 2010, lo que implicará una reducción adicional de 12.000 millones de euros en los próximos Presupuestos.
   El jefe del Ejecutivo afirmó que no cree que esta cifra de déficit, superior al 4,4% comprometido por el anterior Gobierno, vaya a perjudicar a España ni en los mercados ni en las emisiones que haga el Tesoro porque "lo que están percibiendo es la voluntad de España de reducir el déficit público".
 "Este Gobierno tiene la virtualidad de que no hace anuncios, sino que toma decisiones que se plasman en el Boletín Oficial del Estado", añadió.
   A pesar de ello, afirmó que el objetivo de España es cumplir con el 3% de déficit público en el año 2013, tal y como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
   Por otro lado, Rajoy, que calificó esta decisión del Gobierno de "sensata y razonable", antes de recordar que "nos hemos encontrado lo que hay y a partir de ahí tenemos que actuar, que es lo que estamos haciendo", defendió que no se la ha comunicado ni a la Comisión Europea ni al resto de Estados miembro porque forma parte del ámbito "soberano" de España.
   Según explicó, el Gobierno se ha limitado a cumplir con el procedimiento "habitual", esto es, la aprobación en el Consejo de Ministros del nuevo cuadro macroeconómico, el objetivo de estabilidad y el techo de gasto de los próximos Presupuestos, que se presentarán este año el 30 de marzo.
   A continuación, indicó que el plan de estabilidad, "donde irá todo", se presentará a la Comisión Europea en el mes de abril, para que sean evaluados en el mes de mayo, antes de que el Consejo Europea tome la última decisión en junio.
   "Lo que hemos hecho es cumplir los procedimientos, lo que hacen todos los países de la UE", reiteró, para añadir: "Vamos a ver qué presentan los demás".
   Por otro lado, el jefe del Ejecutivo confirmó que el Consejo de Ministros ha aprobado para su remisión a las Cortes la Ley de Estabilidad Presupuestaria y ha avanzado que también ha dado luz verde al mecanismo para el pago de la deuda de las administraciones a sus proveedores. Además, precisó que el Gobierno "seguirá haciendo reformas en el sector público hasta el próximo mes de junio".
   Por su parte, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, no cree que esta desviación del objetivo de déficit público vaya a tener un efecto negativo sobre las próximas emisiones de deuda.   En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De Guindos ha admitido que los inversores están atentos al "esfuerzo sobre consolidación y a la potencialidad del crecimiento" de la economía española para valorar la sostenibilidad de su deuda.
   Sin embargo, ha asegurado que durante sus últimos contactos ha podido comprobar que, como también reflejan los resultados de las últimas subastas de deuda, "hay una valoración positiva" por parte de los inversores.
   Prueba de ello, ha añadido, es que España ha reducido "notablemente" su prima de riesgo, que ronda ya los 300 puntos básicos, y que, más allá de las operaciones de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE), "se empieza a ver la llegada de inversores finales a la deuda", lo que también ha calificado de "señal positiva".
   En este marco, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, precisó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el déficit de la Administración Central del Estado será del 4% del PIB en 2012, el de las comunidades autónomas cerrarán el ejercicio en el 1,5%, el de los ayuntamientos, en el 0,3%, y el de la Seguridad Social tendrá equilibrio.
Madrid había pedido a sus socios comunitarios que le permitieran flexibilizar los objetivos de meta de déficit este año después de que 2011 terminara con un agujero del 8,5% -dos puntos y medio por encima de la meta-, por los malos datos de la economía española, que registrará un crecimiento negativo de en torno al 1,7% este año, según las cifras del gobierno español, que prevé un aumento del desempleo hasta situarse en el 24,3% de la población activa, el más alto de un país desarrollado.
Pero países como Suecia y Finlandia, así como las instituciones comunitarias, se han opuesto a flexibilizar estas metas.
Rajoy, que lleva poco más de dos meses en el cargo, se encuentra en un dilema de difícil solución. Más austeridad equivale a más recesión y por ende más desempleo, pero sin austeridad España incumplirá los objetivos de déficit.
El nuevo objetivo del gobierno español implica un ajuste de 15.000 millones de euros que se suman al tijeretazo de 15.175 millones anunciado el pasado 30 de diciembre (8.900 millones de ahorro en el gasto público y 6.275 millones por la subida de impuestos).

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