miércoles, 4 de abril de 2012

El BCE pevé una recuperación modesta en 2012


FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha reiterado este miércoles que la economía de la eurozona ofrece signos de estabilización de su crecimiento a niveles bajos, lo que hace prever una recuperación moderada a lo largo del presente año, mientras que la inflación superará el objetivo de estabilidad hasta principios de 2013.

   "Esperamos una recuperación gradual de la eurozona este año", dijo Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos de interés en el 1%, aunque el banquero italiano advirtió de que "predominan los riesgos a la baja", derivados de la crisis de la deuda soberana y de un posible alza de la energía.
   Desde el punto de vista de los precios, el presidente del BCE admitió que el impacto de las subidas de impuestos indirectos y de los precios de la energía mantendrá la inflación por encima del 2% este año y no se situará en línea con el objetivo de estabilidad del BCE hasta "principios de 2013".
   No obstante, el presidente del BCE expresó su confianza en que un entorno de crecimiento "modesto" servirá para "limitar los riesgos de inflación".
Draghi considera "prematuro" hablar sobre la posible necesidad de retirar algunas de las medidas adoptadas y devolver la política monetaria a una postura más clásica.
   "Existen presiones inflacionistas por los elevados precios del petróleo y el alza de los impuestos indirectos, pero las expectativas de inflación a medio plazo se encuentran firmemente ancladas y, dado el actual nivel de crecimiento y desempleo, cualquier discusión sobre estrategias de salida resulta prematura", dijo Draghi.
   Asimismo, el banquero italiano subrayó que los datos manejados por la entidad en su análisis de la coyuntura económica y monetaria de la zona euro no tienen todavía en cuenta el impacto de la segunda de las subastas extraordinarias de liquidez a tres años, que se celebró el pasado 29 de febrero y, que, a juicio de Mario Draghi, ha servido para "evitar el 'credit crunch'".
   "Los datos no tienen en cuenta el impacto de la segunda de las subastas a largo plazo, por lo que necesariamente se trata de un análisis parcial", dijo el presidente del BCE, quien apuntó que antes de volver a adoptar una política monetaria más clásica será necesario "comprender exactamente el impacto de estas dos operaciones".
Finalmente, ha rechazado la posibilidad de que existan bancos en el seno de la zona euro que se hayan convertido en "adictos" a la liquidez proporcionada por la institución emisora.
   "No observamos signos de que haya bancos adictos al BCE", aseguró.
   A este respecto, el presidente del BCE explicó que las dos subastas de liquidez a tres años representan una "ventana de oportunidad" para que los gobiernos aprovechen la relativa calma en los mercados financieros para aplicar reformas estructurales y medidas de consolidación fiscal.
   "También suponen una ventana de oportunidad para que los bancos fortalezcan sus balances", dijo Draghi, quien precisó que el BCE no está suministrando capital a las entidades, sino liquidez.
   Por otro lado, el presidente del BCE apuntó la posibilidad de que algunos bancos griegos, en el transcurso del proceso de reestructuración al que deben someterse para recapitalizarse, podrían perder el acceso a las operaciones de liquidez ordinarias del banco central.
   "Distinguiremos entre aquellos bancos griegos que son viables para seguir siendo considerados como contrapartes en las operaciones de política monetaria y aquellos que no lo serán", dijo Draghi.
   No obstante, el vicepresidente del BCE, Vitor Constanzio, apuntó que este proceso se llevará a cabo de manera "ordenada y sin sorpresas", por lo que aseguró que "no habrá turbulencias".

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