WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzó su propósito y consiguió hoy el compromiso
por parte del G20 de más de 430.000 millones de dólares para ampliar
sus recursos, en su intento por consolidar un "círculo de protección" y
fortalecer la estabilidad financiera internacional.
La cifra rebasa la meta de 400.000 millones de dólares marcada a
comienzos de semana, y logra incluir entre los países que respaldan este
incremento de capital a potencias emergentes como China, Brasil y Rusia, aunque no precisan el volumen de sus aportaciones.
"Los nuevos fondos son una muestra del compromiso de la comunidad internacional
para proteger la estabilidad financiera global y situar la recuperación
económica en un plano más seguro", aseguró el comunicado final de los
ministros de Economía y Finanzas del G20, que este semestre preside
México.
"Hemos hecho una llamada a la acción, y nuestros miembros han cumplido", aseveró Christine Lagarde, directora gerente del FMI.
No obstante, y pese a los intentos de los funcionarios del organismo
multilateral, la aportación de las principales economías emergentes aún
debe concretarse ya que no se alcanzó un acuerdo para fijar un cifra
determinada.
"Rusia, Brasil, India, Indonesia, Malasia y Tailandia, además de
otros país, han indicado que estarán entre los contribuyentes", se
esforzó por remarcar la directora gerente ante la imprecisión de estas
aportaciones.
Por ello, remarcó que "estoy muy animada por esta nueva muestra de
fuerte compromiso hacia el Fondo, y espero futuros compromisos de
nuestros miembros", en una referencia no velada a estas potencias
emergentes.
Los emergentes, con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) a la cabeza, han mantenido su discurso de condicionar sus
aportaciones a una reforma profunda del sistema de cuotas y de poder de
voto en el FMI que refleje el creciente poder económico de sus economías.
Entre los que finalmente sí han aprobado un desembolso concreto
figuran Japón, con 60.000 millones de dólares; Arabia Saudí, con 15.000
millones de dólares, o el Reino Unido con 10.000 millones de dólares.
Estas contribuciones se suman a los 200.000 acordados por la eurozona
recientemente, mientras que Estados Unidos y Canadá ya habían anunciado
que no elevarían sus aportaciones.
Lagarde consideró que "este esfuerzo, junto con las reformas
estructurales, fiscales y monetarias puestas en práctica en los últimos
meses, muestra el compromiso de la comunidad internacional para poner la
recuperación en un plano más seguro".
Con esta ampliación de capital, el FMI permite casi doblar su
capacidad de préstamo hasta más de 700.000 millones de dólares, frente a
los cerca de 380.000 millones de la actualidad.
Además, el organismo internacional trató de evitar suspicacias al
asegurar que estos nuevos recursos "estarán disponibles para la
totalidad de los miembros y no estarán definidos para una región
determinada".
Sin embargo, a comienzos de los encuentros de primavera del FMI y el
Banco Mundial, que concluyen mañana en Washington, el Fondo aseguró que
Europa sigue concentrando la mayor parte de los riesgos a la baja y
continúa como epicentro de las turbulencias financieras actuales.
En paralelo, el Fondo alabó explícitamente la inyección de liquidez
por parte del Banco Central Europeo (BCE) y las medidas estructurales
aplicadas por Italia y España, los dos países han sufrido nuevos
repuntes de las tensiones financieras en la eurozona.
En sus "Perspectivas Económicas Globales", el Fondo revisó
ligeramente al alza (dos décimas) sus pronósticos de crecimiento
mundiales, que ubicó en 3,5 % para 2012 y 4,1 % para 2013, gracias a los
signos de recuperación de EE.UU. y la solidez de los emergentes.
La reforma del sistema de cuotas en marcha, que los emergentes
consideran insuficiente, debe concretarse para la próxima reunión anual
del FMI y el BM que tendrá lugar en Japón en octubre próximo.
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