MADRID.- España obligará a la banca a segregar todos sus activos
inmobiliarios en sociedades especiales con el fin de convencer a los
inversores de que las entidades de crédito no necesitarán un rescate,
según informaron el lunes tres fuentes financieras.
El vehículo especial debería estar en marcha para el verano, pero
la forma y los detalles finales están siendo objeto de estudio por
parte de los bancos y el Gobierno, según dijo una fuente. Estas
sociedades inmobiliarias se disolverían en 10 años.
Otra fuente del Gobierno dijo que se están sopesando varias opciones y que aún no se ha tomado ninguna decisión.
En las últimas semanas se han propagado en el mercado las dudas
sobre las finanzas públicas españolas y sobre la capacidad de España
para evitar un caro rescate a la irlandesa de su frágil sistema bancario
- que se ha visto erosionado por el estallido en 2008 de una burbuja
que había durado una década.
"Esto nos permitirá separar claramente el negocio bancario del
inmobiliario. Ahora que se han realizado la mayor parte de las
provisiones contra pérdidas, debería ser fácil limpiar los (balances de
los) bancos", dijo la primera fuente del Gobierno.
El Ejecutivo aprobó en febrero una nueva regulación que obliga a
los bancos a destinar más capital y provisiones contra el descenso del
valor de sus activos inmobiliarios, incluyendo tanto los créditos a
promotores como el suelo, las viviendas no terminadas y otros activos
adjudicados.
Las fuentes afirmaron que el nuevo vehículo no debería llamarse
"banco malo" porque no implicaría dinero público, no operaría con
licencia bancaria y sería gestionado por profesionales del sector
inmobiliario.
"El objetivo es que complete la actual reforma bancaria pero no
llevaría a la creación de un banco malo, que requiere dinero público",
dijo una fuente del Banco de España.
Los costes de financiación de España cayeron a principios de año
pasado después de que el Banco Central Europeo inyectara liquidez barata
a largo plazo en la banca, que la utilizó en parte para comprar deuda
soberana.
Pero las primas de riesgo han repuntado en las últimas semanas,
ya que el efecto de esta lluvia de liquidez se ha desvanecido y han
vuelto las dudas sobre el sector bancario y el cumplimiento de los
objetivos de déficit público en un momento en el que España ha regresado
a la recesión.
Durante los últimos años, el Gobierno ha comprometido más de
18.000 millones de euros para apuntalar algunos bancos y hacerse con el
control de cinco entidades con problemas que ha estado saneando y
vendiendo una por una.
Pero España quiere evitar poner más dinero público en una
reestructuración bancaria y para ello quiere financiar el resto del
saneamiento utilizando futuras contribuciones anuales que los bancos
hacen al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).
No estaba claro cómo podría funcionar ese fondo en conjunción con la sociedad inmobiliaria.
El valor total de activos inmobiliarios en los balances de los
bancos, incluyendo préstamos al sector de la construcción, se elevaba a
casi 400.000 millones de euros a finales de 2011, según datos del Banco
de España.
Se prevé que las entidades financieras coloquen unos 176.000
millones de euros de activos inmobiliarios problemáticos - incluyendo
suelo, edificios y créditos morosos - en la sociedad.
Los activos inmobiliarios transferidos a la entidad serán
evaluados por un organismo independiente, dijeron las fuentes. No estaba
claro cómo y cuándo futuras pérdidas en las propiedades y préstamos
volverían a los bancos.
Tampoco se ha decidido aún si la sociedad operará como una
entidad única para todos los bancos o si cada banco creará su propia
compañía inmobiliaria, dijeron las fuentes.
El Banco de España aprobó la semana pasada planes de todas las
entidades para reforzar su capital, pero dijo que algunas podrían verse
en dificultades para cumplir con las duras exigencias fijadas por el
Gobierno, lo que hacía casi obligatorio para las instituciones más
débiles pasar a manos de otras más fuertes.
El Gobierno español ha dado a las entidades hasta finales de mayo
para decir si tienen previsto fusionarse. Planea lanzar la nueva
estructura en cuanto haya pasado esa fecha, dijo la fuente
gubernamental.
La morosidad de los bancos españoles está en sus niveles más
altos desde 1994, según datos conocidos la semana pasada, lo que ha
avivado las dudas sobre si las entidades del país podrán sobrevivir sin
ayuda exterior.
Madrid y la Unión Europea han manifestado reiteradamente que no
hay planes para proporcionar ayuda internacional de emergencia a España.
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