lunes, 23 de abril de 2012

El ex primer ministro de Islandia, único dirigente político juzgado por la crisis mundial


REYKIAVIK. - Un tribunal de Islandia dictaminó el lunes que el ex primer ministro Geir Haarde es inocente de tres importantes cargos de negligencia relacionados con el hundimiento económico en la isla del Atlántico norte en 2008 y lo declaró culpable de un cargo menor que no conlleva condena de prisión.

El veredicto fue visto por muchos como poco más que una bofetada al político de 61 años, el único dirigente en el mundo que ha sido juzgado por la crisis mundial. Afrontaba una pena de hasta dos años de prisión por los cargos más importantes.
El tribunal especial encontró a Haarde culpable de no celebrar reuniones gubernamentales específicas antes de la crisis, pero lo exoneró de los otros tres cargos, entre ellos el de negligencia para gestionar un sector bancario inflado.
El veredicto desató las críticas inmediatas de Haarde, que consideró que los jueces habían intentado calmar a una ciudadanía airada con la élite política por alimentar un sistema bancario insostenible que creció hasta tener un tamaño 10 veces superior al Producto Interior Bruto del país antes del hundimiento de la economía islandesa.
"Es absurdo", dijo a los periodistas un Haarde furioso en el exterior del tribunal. Mientras, un hombre enfadado por la crisis económica golpeaba una cacerola y pitaba con un silbato.
"Es obvio que la mayoría de los jueces se han encontrado presionados para llegar a un veredicto de culpable en algún punto, por menor que fuera, para salvar el cuello de los parlamentarios que instigaron esto", añadió.
En el país predominaba la decepción porque Haarde, considerado como una persona decente que fue demasiado blando en su cargo de primer ministro, no debería ser el único político juzgado.
"Era el capitán en el puente, pero había más ministros", dijo Arni Einarsson, un jubilado en la capital, Reikiavik. "Los políticos creían que Islandia era como el Titanic, que no podría hundirse. No estuvieron vigilantes".
Este tribunal especial para juicios políticos fue establecido en 1905, pero el caso de Haarde es su primer juicio.
Los islandeses salieron a las calles durante la crisis, golpeando cacerolas y sartenes frente al Parlamento, en el centro de Reikiavik. Las protestas se tornaron violentas a veces, en un país conocido por su carácter pacífico.
El fallo, emitido en directo por televisión, posiblemente no cure las heridas y aumentará las interrogantes sobre quiénes deben asumir la responsabilidad de una crisis que fue el símbolo del colapso crediticio global.
Aunque la economía se está recuperando de la crisis e Islandia ha completado con éxito un programa de rescate liderado por el Fondo Monetario Internacional, los habitantes de este país siguen desconfiando de las instituciones estatales. Las encuestas muestran que el Parlamento cuenta con el apoyo de sólo el 10 por ciento de la población.
Los mayores bancos de Islandia fueron tomados por el Estado a finales de 2008 después de la crisis crediticia desatada por el colapso de Lehman Brothers.
Islandia limitó las operaciones de los bancos nacionales y dejó que quebraran sus operaciones internacionales.
Algunos economistas han elogiado al Gobierno por dejar que los bancos se hundan, aunque se mantiene en una disputa con Reino Unido y Holanda por los reembolsos para aquellos que tenían depósitos en el Landsbanki, un banco islandés que operaba en esos países.
Los controles de capital todavía están en curso, dañando la recuperación económica del país, aunque hay señales de que algunos votantes se están cansando del intercambio de culpas por la crisis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario