domingo, 22 de abril de 2012

Las empresas españolas se juegan 90.000 millones en Iberoamérica

MADRID.- La expropiación del 51% de YPF que estaba en manos de Repsol por parte del Gobierno argentino, ha vuelto a dar pábulo a los temores de inseguridad jurídica en un continente en el que las nacionalizaciones constituyen una especie rito que, cada pocos años, reaparece en distintos países, relata 'Abc'.

 En 2006 fue el anuncio de la intervención de la industria de los hidrocarburos por parte del presidente boliviano, Evo Morales. Un año más tarde Hugo Chávez recogió el testigo, con la «renacionalización» de las empresas de telefonía y electricidad.
Ante los recelos a que la operación que ha expulsado a la petrolera española de uno de sus mayores nichos de crecimiento se extienda en otros sectores y contagie a otras economías, los inversores españoles han redoblado su cautela. El presidente de Gamesa, Jorge Calvet, admitió el pasado viernes que «cualquier empresa se lo pensará dos veces antes de invertir en Argentina».
Aunque Repsol y sus principales accionistas, entre ellos la constructora Sacyr, han sufrido una fuerte correción en Bolsa tras el anuncio de la expropiación (más de un 15% en el caso de la compañía presidida por Antonio Brufau), parece que el virus no se ha extendido aún entre el resto de cotizadas con exposición en los mercados iberoamericanos, viejo puerto de desembarque para los empresarios de nuestro país. Según un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI), las sociedades españolas han desembolsado más de 90.000 millones de euros, de los 315.000 millones que invierten en todo el mundo.
Argentina es uno de los principales destinos, junto con Brasil, México y Chile. Todos ellos suman más de 80.000 millones, el 89% de la inversión total en el continente. De ellos, son los servicios financieros, de telecomunicaciones y energía los que se llevan la palma: suponen el grueso de los capitales (60% del total).
¿Corren el riesgo de los países de convertirse en una amenaza para las compañías nacionales? Los analistas de AFI no se muestran tan pesimistas. Señalan que se trata de «un diagnóstico que no se puede extender al resto de economías latinoamericanas», puesto que «los sólidos fundamentos de países como Brasil, Chile o Perú, entre otros, reducen los riesgos de asistir a una gestión "heterodoxa" de la política económica».
Este anális supone un alivio para empresas como Santander, con una exposición por ingresos del 47,1%; Duro y Felguera, un 45,6% en Venezuela; Ebro Foods, un 37,8%; Endesa, con un 31,12%, y Gas Natural Fenosa, con un 30,33%, entre otras.
Pero eso no impide que la sombra del «expolio» de YPF, como lo denominó el propio Brufau, planea ahora sobre otros sectores a los que Kirchner citó durante su ya célebre discurso en el Salón de las Mujeres: telecomunicaciones y banca.

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