miércoles, 4 de abril de 2012

Un farmacéutico jubilado se suicida frente al Parlamento griego

ATENAS.- Un jubilado griego de 77 años se ha suicidado este miércoles frente al edificio del Parlamento, en Atenas, tras afirmar que se negaba a buscar comida entre la basura. Solo unas horas después de su muerte, la gente ha colocado velas, flores y mensajes manuscritos contra la crsisis en la céntrica plaza de Sintagma, donde el hombre se quitó la vida con una pistola.

   Varios testigos han contado que el hombre se disparó en la cabeza después de gritar: "¡Tengo deudas, no puedo soportarlo más!". Un transeúnte ha declarado a la televisión griega que el pensionista dijo: "No quiero dejar mis deudas a mis hijos".
   En una nota de suicidio hallada en un bolsillo de su abrigo, el hombre, un farmacéutico jubilado, culpa a los políticos y a los problemas económicos de su decisión de quitarse la vida, según la Policía.
   El Gobierno "ha eliminado cualquier esperanza de que yo sobreviva y no puedo obtener justicia, no encuentro otra forma de lucha más que un final digno para no tener que empezar a rebuscar en la basura para conseguir comida", dice el mensaje.
   Decenas de personas han acudido a la plaza de Sintagma para rendir homenaje al hombre. Una nota colocada en un árbol dice "Basta ya", y en otra se lee la pregunta "¿Quién será la próxima víctima?".
   Los "indignados", que han estado protestando en las calles contra las medidas de austeridad aprobadas en Grecia por la presión ejercida por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que han ofrecido dos rescates económicos al Estado griego, han dicho que van a manifestarse esta tarde.
   Uno de cada cinco griegos está desempleado y en la sociedad hay un sentimiento de humillación nacional que ha acompañado a los recortes en los salarios y las pensiones.
   El portavoz del Gobierno, Pantelis Kapsis, ha reconocido que el suicidio del hombre por la situación en la que se encontraba es "una tragedia humana".
   Costas Lourantos, presidente del sindicato de farmacéuticos de la región de Ática, donde se encuentra Atenas, ha señalado que recuerda que se reunió con el hombre hace varios años y le llamó la atención su dignidad.
   "Cuando gente digna como él llega a esa situación, alguien tiene que responder por ello", ha opinado Lourantos, que considera que hay un "instigador moral de este crimen", y es "el Gobierno, que ha llevado a la gente a esa situación de desesperación".
   Lourantos ha añadido que ha recibido una llamada anónima de una farmacéutica que le ha dicho que ella será la próxima que se suicide. "Estoy como loco tratando de descubrir quién era para poder evitarlo", ha explicado.
   El Gobierno griego informó el año pasado de que el número de suicidios se había incrementado un 40 por ciento en los dos años anteriores.

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