BERLÍN.- Deutsche Bank ha recalcado que la
recapitalización de los bancos españoles sigue siendo "una prioridad
clave" para la economía del país y considera que será "necesaria" una
inyección de dinero público en las entidades, pese a que el Gobierno
sigue mostrándose "reacio" a esta opción.
En un informe titulado 'The House View', el servicio de
estudios de la entidad apunta como ejemplo que España podría solicitar
un apoyo "limitado" de los fondos de rescate europeos para recapitalizar
los bancos y señala que el Gobierno confía en las fusiones y la
retención de beneficios para cubrir el saneamiento de 50.000 millones de
euros de la banca.
Asimismo, Deutsche Bank, que considera que los bancos no han
reconocido completamente las perdidas relativas a su exposición al
sector inmobiliario, prevé que los precios de la vivienda sigan cayendo
en España.
Respecto a la exposición de la banca al sector inmobiliario,
señala que los precios de la vivienda cayeron sólo un 15% en los últimos
tres años, mientras que en Estados Unidos, que tenía una burbuja
inmobiliaria equivalente, descendieron un 30% en los dos primeros años
de la crisis y luego se estabilizaron.
La entidad incide en que España es "esencialmente solvente" y
cree que los intereses de la deuda deberían reducirse a medida que se
avance en solucionar los problemas con los déficits de las regiones y el
sector bancario. "A pesar de las preocupaciones del mercado, seguimos
siendo constructivos sobre la perspectiva a largo plazo de España",
añadió.
En este sentido, explica que las dinámicas económicas siguen
"sin cambios" y espera una recesión de la economía, pero no "una caída
libre". Además, prevé que el ratio del deuda se estabilice en torno al
85% del PIB en 2020 y que la economía crezca en torno a un 1-1,5% en
2014, "el mismo ritmo que Alemania a finales de los 90 y principios de
2000".
En concreto, el banco defiende que los avances a la hora de
hacer frente a la los déficits regionales y el sector bancario
"tranquilizarían a los mercados y reducirían el bono", aunque reconoce
que no espera "más claridad" sobre estos asuntos hasta junio.
Respecto a las comunidades autónomas, Deutsche Bank espera que
reciban "una de cal", en referencia a la emisión de deuda con el aval
del Estado ('hispanobonos') a cambio de recortes, y "otra de arena", en
alusión a la posibilidad de que el Gobierno pueda intervenir en las
regiones si no cumplen sus objetivos.
Por otro lado, también critica la "pobre comunicación y la
vacilación" del Gobierno respecto a la política fiscal, como demostró
por ejemplo en la revisión "unilateral" del objetivo de déficit para
2012 antes de que sus socios europeos le forzaran a dar marcha atrás.
En general, señala que las preocupaciones en torno a España
reflejan tanto una corrección de los intereses de la deuda a diez años a
niveles más "realistas", así como esas dudas sobre la capacidad del
Gobierno para contener el gasto en las regiones y los riesgos del sector
bancario derivados de su exposición al inmobiliaria.
Los analistas de Deutsche Bank esperan que la eurozona se
contraiga dos décimas en 2012, ya que la sólida perspectiva para las
economías más fuertes de la unión (+0,4%) compensará en parte el
crecimiento "más débil" de la periferia (-1,5%). Por su parte, la
economía global crecerá un 3,5% y Estados Unidos mantendrá un "ritmo
moderado de expansión" (+2,7%).
Respecto a los riesgos a los que se enfrenta la economía
mundial, señala que un empeoramiento de la crisis de deuda de la
eurozona y unos mayores precios del petróleo que lastren el crecimiento
suponen "un riesgo medio", mientras que una ralentización del
crecimiento en Estados Unidos y Asia son un "riesgo bajo".
En concreto, explica que ha disminuido el riesgo derivado de
la eurozona respecto al cuarto trimestre de 2011, pero sigue presente
debido a la posibilidad de que las dudas sobre España se vuelvan
realidad y se disparen sus costes de deuda, de que los países de la
periferia entren en una espiral de recesión y austeridad, de que el
nuevo Gobierno griego no cumpla los compromisos acordados y de que el
resultado de las elecciones francesas eleve los riesgos de contagio y
rompa el eje franco-alemán.
La entidad cree que la crisis europea está "lejos de haber
terminado", aunque cree que lo peor ya ha pasado y se han reducido los
riesgos de cola. En su opinión, un resultado favorable en las elecciones
griegas de mayo eliminaría los riesgos para 2012 y tampoco cree que los
comicios franceses resulten "perjudiciales", aunque se pueda esperar
que provoquen cierta volatilidad.
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