lunes, 23 de abril de 2012

El Bundesbank se opone a que el fondo de rescate ayude a la banca española

BERLÍN.- El miembro del consejo de gobierno del Bundesbank, Joachim Nagel, ha mostrado su total oposición a que tanto el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) como su sustituto, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), puedan rescatar directamente a los bancos españoles sin tener que intervenir en las finanzas públicas del país. 

   "Unas ayudas directas del FEEF a bancos individuales significarían que la responsabilidad sobre los riesgos en sus balances serían trasladas de los contribuyentes españoles a todos los europeos", afirmó Nagel en una entrevista al diario alemán 'Handelsblatt'.
   En este sentido, incidió en que España es la responsable de aquellas entidades del país que necesiten ayuda para su recapitalización, su reestructuración o su cierre y recordó que el actual marco regulatorio no permite rescatar directamente a la banca.
   La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, pidió el pasado jueves a Europa que permita que el fondo de rescate europeo pueda inyectar dinero directamente a los bancos de los países de la eurozona sin necesidad de tener que ayudar a los gobiernos soberanos.  
   Por otro lado, Nagel se mostró en contra de que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a comprar deuda soberana en los mercados secundarios para aliviar las tensiones sobre las primas de riesgo de España e Italia, e incidió en que siempre ha sido "muy crítico" con esta medida, y esta posición "apenas ha cambiado nada".
   Por su parte, Andreas Dombret, otro miembro del consejo del Gobierno del Bundesbank, señaló que el aumento del 'cortafuegos' del Fondo Monetario Internacional (FMI) no es "suficiente" para solucionar los problemas de la eurozona.
   En declaraciones al diario alemán 'Die Welt', Dombret informó de que el Bundesbank contribuirá con su aportación, pero recalcó que no existe un 'cortafuegos' "lo suficientemente alto para cubrir todos los posibles escenarios negativos".
   En su opinión, este tipo de instrumentos puede prestar ayuda a un país de forma temporal, un tiempo que debe aprovechar para hacer frente a sus problemas económicos con reformas "decisivas".
   El G-20 se comprometió el pasado viernes a redoblar el colchón financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI) en más de 430.000 millones de euros (325.000 millones de euros), doblando así la capacidad prestamista de la organización internacional, a fin de garantizar la estabilidad financiera y la recuperación económica mundial.

Insta a seguir con los recortes fiscales

Postergar los recortes presupuestarios perjudicará, no mejorará, el crecimiento económico, dado que una medida de ese tipo golpearía la confianza en que la zona euro logrará poner en orden su deuda pública, dijo el lunes desde Nueva York el consejero del Banco Central Europeo y presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.
Según Weidmann, el BCE subirá los tipos de interés cuando se corra el riesgo de que la inflación supere la meta y advirtió que usar ahora una política monetaria demasiado expansiva aumentaría los peligros sobre la estabilidad financiera y de precios en el futuro.
"Si la consolidación y las reformas ya anunciadas se demoraran, ¿la gente no perdería más aún la confianza en la capacidad de las autoridades de llegar a la raíz de la crisis?", se preguntó Weidmann.
En la actual situación, la falta de confianza en las finanzas públicas ya está afectando al crecimiento económico, sostuvo, para luego señalar que "la consolidación fiscal podría inspirar confianza y ayudar a la economía a crecer".
Durante el fin de semana, importantes consejeros del BCE que participaron de los encuentros de primavera del Fondo Monetario Internacional rechazaron los llamamientos del FMI para que el banco lleve su tipo por debajo del 1 por ciento y esté preparado para proveer más financiación público a los bancos para reducir el riesgo de un recrudecimiento de la crisis.
Weidmann insistió en que el BCE y los gobiernos deben mantener la actual trayectoria, diciendo que los riesgos que conllevan los recortes de presupuestos están sobrestimados.
"Los riesgos de la consolidación están siendo exagerados. En cualquier caso, hay pocas alternativas", dijo.
Además, Weidmann se mostró preocupado por la posibilidad de que la inflación de los países desarrollados pueda ser superior a las tasas del 1,9 y 1,7 por ciento que proyecta el FMI para este y el próximo año.
"Yo no estoy tan tranquilo (como el Fondo) respecto de la inflación. Si tomamos en cuenta los crecientes precios de la energía y la fuerte inflación subyacente, los precios podrían subir más rápido que lo que espera el FMI", indicó.
El BCE podría subir los tipos para frenar la inflación si viera que los precios suben más rápido que su meta de cerca pero por debajo del 2 por ciento.
"Las autoridades monetarias deben hacer lo que sea necesario una vez que los riesgos sobre la inflación de la zona euro aumenten", afirmó.

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