domingo, 29 de abril de 2012

El papel del oro, matizado por diversidad de criterios / Masiel Fernández Bolaños*

Diversos son los pronósticos respecto a la evolución del papel del oro en el escenario internacional, a más de tres años del estallido de la crisis iniciada en Estados Unidos.

  Refugio en tiempo de mayores dificultades económicas ha sido, para algunos, uno de los papeles mejor interpretados por ese metal.

Empero, la volatilidad que ha marcado los precios del oro en los últimos meses es una de las principales causas de la diversidad de criterios.

Analistas de la firma financiera XTB opinan que ha dejado de ser el foco de atención de los inversores y que su cotización podría tener una corrección en el segundo semestre de este año por debajo de los mil 500 dólares la onza.

Sin embargo, otros expertos auguran un reinicio de "la fiebre del oro" tras lo que llaman "una pequeña pausa".

Incluso, hablan de precios sobre los dos mil dólares la onza para el cierre del año, lo cual representaría un rendimiento potencial de casi 20 por ciento en relación con el valor actual.

Según el Consejo Mundial del Oro, en el 2012 China podría superar a India como primer consumidor mundial del producto.

La entidad recordó que en el 2011 la demanda alcanzó máximos de más de una década, debido a los incrementos de los pedidos para inversión y a las compras realizadas por los bancos centrales.

Empero, la prevalencia de la aversión al riesgo ante el desplome de las acciones europeas y la incertidumbre existente en el Viejo Continente han determinado los importes en las semanas recientes.

Aunque en el 2011 el precio del metal precioso escaló en momentos de inseguridad, en los últimos meses esa tendencia se ha revertido.

Durante el mes de marzo, la cotización del lingote cayó alrededor del tres por ciento, en un entorno caracterizado por los crecientes temores a causa de la crisis de deuda europea y algunas señales interpretadas como positivas en la economía estadounidense.

De enero a la fecha, acumula un avance de alrededor del 14 por ciento, aunque está por debajo del récord de mil 920 dólares la onza que registró el año pasado.

En la coyuntura actual, su precio parece estar más determinado por el tipo de cambio dólar euro.

Cuando el euro cae y sube el dólar, se dañan los valores del oro, pues todas las materias primas denominadas en la divisa estadounidense son más caras para los tenedores de otras unidades.

Estrategas de divisa explican que la decisión de sustituir reservas denominadas en dólares, euros, yenes, libras esterlinas o francos suizos por oro, es una maniobra defensiva y una señal de pérdida de confianza en las monedas de esos países como monedas de reserva.

La medida responde, en la mayoría de los casos, al fuerte incremento del déficit público en esas naciones, con el consecuente aumento de los niveles de endeudamiento.

También argumentan que gran parte de los bancos centrales del mundo desarrollado han llevado sus políticas monetarias al límite, con tasas de interés en mínimos históricos cercanos a cero por ciento e inyectando grandes cantidades de liquidez a sus economías con el objetivo de reactivar el crecimiento económico.

Por ello, precisan, el oro ha dejado de ser una simple mercancía para convertirse en una moneda de reserva.

Para algunos, su creciente importancia muestra, de alguna manera, un cambio a un mundo multipolar, con múltiples divisas.

Sobre todo en medio de crisis financieras aumentan las reservas de oro, pues, aunque se creen que tendrá un valor intrínseco como cualquier otra materia prima, es probable que alcance un mayor valor en caso de que se produzca una sacudida del sistema financiero.

El precio del oro osciló entre 250 y 400 dólares la onza durante más de una década hasta 1999.

A partir del año 2000, comenzó un proceso de apreciación que se aceleró pronunciadamente desde el 2005.

Un año después, el valor superó la barrera sicológica de los mil dólares la onza, hasta que en el 2011 casi tocó los dos mil.

Según estudiosos del tema, la tendencia ascendente de la última década se debe a la disminución paulatina de la oferta y al aumento muy significativo de la demanda.

Añaden que, aunque el alza del precio ha llevado a la explotación de nuevas minas, el impacto sobre la oferta es muy limitado en el corto plazo, porque pasan entre siete y 10 años entre el descubrimiento de un yacimiento y la etapa de producción en una mina.

También destacan el hecho de que muchos gobiernos han recurrido a la compra de oro para diversificar sus Reservas Internacionales Netas (RIN).

Las RIN son los recursos financieros en divisas con los que cuenta un país para garantizar los pagos de los bienes que importa, el servicio de la deuda y la estabilización de su moneda.

En tal sentido sobresale en la región latinoamericana un país como Bolivia, que ha incrementado sus reservas en oro, principalmente porque la subida del importe hace a ese metal más atractivo.

(*) Periodista de la Redacción de Economía de Prensa Latina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario