PARÍS.- La presión fiscal sobre el empleo para todos
los tipos de familia se ha incrementado a lo largo de la última década
en España, lo que ha ampliado su brecha con la media del conjunto de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde
ha descendido en los últimos diez años.
Según la última edición del informe anual 'Taxing Wages', la
presión fiscal media para un trabajador sin hijos en España era del
39,9% en 2011, frente al 38,6% del año 2000, mientras que en la OCDE era
del 35,2%, por debajo del 36,6% de hace once años.
En concreto, subraya que la diferencia es más significativa en el
caso de las familias con hijos y, especialmente, para los padres
solteros que ganan el 67% del salario medio, cuya presión fiscal supera
en 13 puntos porcentuales la media de la OCDE en 2011 (29,5% en España
frente al 16,2% de 2012).
La organización dirigida por Angel Gurría añade que la presión
fiscal aumentó entre uno y dos puntos en la última década para todos los
tipos de familia, pero sobre todo en el caso de las parejas con dos
hijos en las que solo trabaja uno de los dos padres (1,9 puntos
porcentuales) y en el de los trabajadores solteros de bajos ingresos
(1,8 puntos porcentuales).
La OCDE destaca que la presión fiscal sobre los ingresos
laborales, que incluye impuestos y contribuciones a la Seguridad Social,
es "relativamente elevada" en España en comparación con la media de la
OCDE. Además, remarca que, en comparación con 2010, la presión fiscal
aumentó de forma "moderada" para todas las familias.
La OCDE explica que la carga fiscal sobre los ingresos de los
trabajadores aumentó en 2011 en 26 de los 34 países de la OCDE. En
concreto, los mayores incrementos se registraron en Irlanda, Luxemburgo,
Portugal y Eslovaquia, mientras que descendió la presión fiscal en
Estados Unidos y Nueva Zelanda.
La presión fiscal sobre los ingresos laborales se incrementó en
tres décimas entre 2010 y 2011 en toda la OCDE debido principalmente a
unos mayores impuestos, como demuestra que en 18 de los 26 países donde
aumentó la carga fiscal subieron los impuestos. "En la mayoría de los
países la mayor carga fiscal se debió a los impuestos a los ingresos,
más que a unas mayores contribuciones a la Seguridad Social", remarca el
informe.
Bélgica (55,5%), Alemania (49,8%) y Francia y Hungría (49,4%)
registraron la mayor presión fiscal para los trabajadores individuales
sin hijos, mientras que Chile (7%), México (16,2%) y Nueva Zelanda
(16,9%) la menor. La media de la OCDE se situó en el 35,3%.
En el caso de las familias con dos hijos y una sola fuente de
ingresos, los países con mayor presión fiscal fueron Francia (42,3%),
Bélgica (40,3%) e Italia (38,6%), mientras que la menor cargo fiscal
tuvo lugar en Nueva Zelanda (-1,2%), Chile (7%), Irlanda (7,1%) y Suiza
(8,4%). La media de la organización es del 25,4%.
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