domingo, 1 de abril de 2012

No habrá un 'aterrizaje forzoso' para China", según el vicepresidente del Banco Asiático de Desarrollo

PEKÍN.- El vicepresidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Stephen P.Groff, expresó su optimismo frente al crecimiento anual de la economía china, pese a las señales de riesgo sobre una desaceleración evidenciadas a comienzos de año.

"Estamos confiados en que el crecimiento será moderado en los primeros meses de 2012 y se recuperará más adelante", dijo Groff en una entrevista exclusiva con Xinhua, antes de viajar a la provincia sureña de Hainan, donde asistirá a la conferencia anual del Foro de Boao para Asia.

El directivo señaló que, aunque en el corto plazo se están incrementando los riesgos de desaceleración, tiene confianza en que el gobierno chino superará los desafíos a través de operaciones fiscales y políticas monetarias expansionistas.

"Nosotros no tenemos preocupación alguna de 'aterrizaje forzoso' para China en el futuro", aseguró.

Recordando que para este año el país rebajó su proyección de crecimiento del producto interno bruto al 7,5 por ciento, Groff dijo que esta decisión pone de manifiesto los esfuerzos del gobierno por lograr un desarrollo de calidad.

Sin embargo, enfatizó en que, para garantizar un crecimiento equilibriado a largo plazo, China deberá continuar expandiendo su consumo doméstico, tomando en cuenta la frágil demanda externa a causa de la modesta recuperación de la economía de Estados Unidos, la incertidumbre fiscal por la deuda soberana en la Unión Europea y el pálido desempeño económico de Japón, los tres principales socios comerciales del país.

Groff sugirió que China diversifique sus socios e incremente las actividades de negocios dentro de Asia, así como con los otros países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica).

Mientras tanto, sostuvo, China debe aprovechar la oportunidad para estimular la demanda interna y tratar los asuntos sociales destinando más recursos a la educación, la salud, las pensiones, la vivienda pública y otros programas de seguridad social, todo lo cual tendrá un impacto positivo en el consumo nacional.

De otro lado, Groff advirtió sobre el creciente Coeficiente de Gini (índice que mide la desigualdad en los ingresos), problema que no sólo padece China sino muchos países asiáticos.

A fin de reducir la gran diferencia entre ricos y pobres, es necesario dedicar más esfuerzos a fortalecer las políticas de distribución de ingresos y las redes de seguridad social, además de aumentar la inversión fiscal hacia las regiones menos desarrolladas, opinó.

Según Groff, otro desafío que enfrentará China es la escasez de mano de obra debido al envejecimiento de la población.

Como solución, propuso aumentar la cooperación dentro de la región Asia-Pacífico, aprovechando el distinto perfil demográfico de cada país.

"Para resolver este problema, la región entera debe profundizar la integración, no sólo en cuanto a los recursos laborales sino también en la cadena de manufactura, la construcción de infraestructuras y en particular en la cooperación económica", destacó.

Por otra parte, el Banco Popular de China, el central, se comprometió a garantizar un nivel razonable de la financiación social, una medida de los fondos acopiados por las entidades en la economía real, manteniendo a la vez una política monetaria prudente en 2012.

El emisor equilibrará sus esfuerzos por garantizar un crecimiento económico estable y relativamente rápido, mantener la estabilidad general de los precios y prevenir los riesgos financieros.

Además, seguirá fortaleciendo la pertinencia y la flexibilidad de su política monetaria.

Aunque existen algunas incertidumbres, el desarrollo económico y el sistema financiero de China están alineados con las expectativas de la regulación macroeconómica, señaló el banco en un comunicado sobre su desempeño en el primer trimestre.

El banco central afirmó que impulsará gradualmente la reforma de liberalización de las tasas de interés y perfeccionará el mecanismo de formación de la tasa de cambio del yuan, con el fin de promover en gran medida su flexibilidad en los dos sentidos y garantizar su estabilidad.

Finalmente, el dato oficial de gerentes de compras de China (PMI) subió inesperadamente en marzo a 53,1 puntos, su máximo nivel en 11 meses, informó el Gobierno este domingo, debido a que una fuerte demanda impulsó nuevos pedidos y nuevos pedidos de exportaciones para las fábricas locales.

Analistas pronosticaban que el PMI, un indicador antecedente del enorme sector fabril chino antes de la divulgación oficial del dato de producción industrial, caería a 50,5.

El sub-índice de nuevos pedidos subieron a 55,1 en marzo desde 51 puntos en febrero, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas, mientras que el sub-índice para pedidos de nuevas exportaciones subió a 51,9 puntos, desde los 51,1 de febrero.

La última lectora del PMI sugiere que las fábricas chinas no están tan aproblemadas como indicaban algunos informes.

El índice PMI Flash del Banco HSBC divulgado la semana pasada había mostrado que la actividad fabril se desaceleraba por quinto mes consecutivo en marzo debido a que nuevos pedidos cayeron a niveles mínimos en cuatro meses.

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