LONDRES.- La caída esta semana del precio del cobre por debajo de los ocho mil dólares la tonelada, por primera vez en tres meses, reavivó los temores sobre la evolución de ese mercado.
Un crecimiento trimestral menor a lo pronosticado de la economía de China, primer consumidor mundial del metal, acrecentó las preocupaciones en torno a la demanda.
También el alza del dólar frente al euro y los persistentes problemas por la crisis de deuda en Europa, influyeron en las cotizaciones.
De esa forma, el precio del cobre despidió la semana con un retroceso de cuatro por ciento y cerró la víspera a 7.990 dólares la tonelada, aunque registró varios mínimos intradiarios durante la sesión.
Estrategas de materias primas pronostican que la demanda se reactivará en los próximos meses, al tiempo que esperan nuevas medidas de estímulo monetario en Estados Unidos y China.
Los importes, podrían subir este año debido a los pronósticos de un déficit global en la producción, según la firma alemana Aurubis, la mayor productora de cobre en Europa.
Sin embargo, faltan cálculos más precisos de cuánto crecerán los pedidos.
Al mismo tiempo, analistas temen que el metal se esté acumulando en los depósitos, en lugar de ser consumido.
Un crecimiento trimestral menor a lo pronosticado de la economía de China, primer consumidor mundial del metal, acrecentó las preocupaciones en torno a la demanda.
También el alza del dólar frente al euro y los persistentes problemas por la crisis de deuda en Europa, influyeron en las cotizaciones.
De esa forma, el precio del cobre despidió la semana con un retroceso de cuatro por ciento y cerró la víspera a 7.990 dólares la tonelada, aunque registró varios mínimos intradiarios durante la sesión.
Estrategas de materias primas pronostican que la demanda se reactivará en los próximos meses, al tiempo que esperan nuevas medidas de estímulo monetario en Estados Unidos y China.
Los importes, podrían subir este año debido a los pronósticos de un déficit global en la producción, según la firma alemana Aurubis, la mayor productora de cobre en Europa.
Sin embargo, faltan cálculos más precisos de cuánto crecerán los pedidos.
Al mismo tiempo, analistas temen que el metal se esté acumulando en los depósitos, en lugar de ser consumido.
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