LONDRES.- Standard & Poor's (S&P) ha rebajado en
dos escalones el rating de España desde A/A-1 a BBB+/A-2 al entender
que existen "riesgos significativos con respecto al crecimiento
económico y a la ejecución presupuestaria", algo que podría repercutir
negativamente en la calidad crediticia de España.
"Creemos que, en un entorno de recesión económica, la
trayectoria presupuestaria de España probablemente se deteriorará con
respecto a nuestras previsiones de enero de 2012", ha explicado en una
nota de prensa. Tras recordar la desviación el déficit, situado en el
8,5% del PIB, y los objetivos de reducción hasta el 5,3% y el 3% para
2012 y 2013, S&P considera que "es improbable que se alcancen estos
objetivos en el actual entorno económico y financiero".
S&P estima un déficit del 6,2% del PIB en 2012 y un 4,8%
para 2013, y señala que el "retraso en la adopción del presupuesto" para
este año "ha podido reducir la capacidad del Gobierno para evitar
desviaciones" de las cuentas públicas.
Según esta agencia de calificación crediticia, las Comunidades
Autónomas son las responsables de las "desviaciones presupuestarias"
detectadas en 2011. S&P aboga por que el Ejecutivo de Mariano Rajoy
lleve a cabo un "esfuerzo importante" de consolidación fiscal,
incluyendo aquí un "marco estricto de control presupuestario" de las
CCAA.
Asimismo, indica que sus expectativas señalan que el déficit
de las CCAA estará en el 1,9% del PIB, un 0,5% por encima del 1,5%
presupuestado, por lo que este año el Gobierno central "tendrá que
demostrar su voluntad de forzar el cumplimiento de sus objetivos
presupuestarios".
Debido a las desviaciones presupuestarias y a otras partidas
como la deuda con proveedores, S&P estima que la deuda neta se
situará alrededor del 76,6% del PIB en 2014, frente a los proyecciones
previas de esta agencia que situaban este dato en el 64,6% del PIB.
S&P añade que contempla un escenario aún peor, con una
deuda neta que sobrepasaría el 80% del PIB, y que conllevaría una rebaja
de la calificación crediticia. En este escenario se alcanzaría por una
recesión más profunda de lo previsto para 2012 "como resultado de un
comportamiento más negativo de la demanda agregada tanto interna como
externa", y con una caída del PIB real de un 4% seguida de una
contracción de un 1% en 2013 y de una recuperación más débil en los años
sucesivos.
La agencia crediticia añade que, igualmente, podrían rebajar
la calificación de España "si el ímpetu reformista del Gobierno se
redujera" o "si se aprecia que la posición externa de España empeora o
que su competitividad no mejora".
S&P opina que la economía española "se está
reequilibrando" y subraya para ello el buen comportamiento de las
exportaciones desde 2009. También celebra el "gran calado" de las
reformas del Gobierno, especialmente la de la reforma laboral, aunque
considera que "es probable" que ésta no elimine totalmente la dualidad
estructural del mercado laboral, si bien considera que se volverá a
crear empleo "una vez se produzca una recuperación económica sostenida".
La agencia crediticia se refiere también a la reforma del
sector financiero para defender que los activos inmobiliarios "seguirán
siendo las principales fuentes de deterioro de la calidad" del sistema
bancario. Asimismo, señala que las operaciones de financiación a largo
plazo del Banco Central Europeo han reducido "considerablemente" los
riesgos de refinanciación para los bancos españoles.
"Sin embargo", continúa S&P, "no consideramos que el apoyo
por parte de las autoridades monetarias pueda reemplazar la
reestructuración del sistema financiero". Esta agencia sigue echando en
falta que se tomen medidas conjuntas de la Eurozona que "generen
confianza y estabilicen los flujos de capital con el resto del mundo".
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