LONDRES.- El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner
ha actuado con "estupidez" al nacionalizar el 51% de YPF y atacar el
"objetivo blando" de Repsol, ya que una expropiación de este tipo no
parece apropiada en un contexto de necesidad de grandes inversiones,
"profundos" problemas fiscales y falta de acceso a los mercados de
capitales, según el análisis realizado por John Gapper para 'Financial
Times' (FT).
"El mejor momento para asfixiar a las compañías extranjeras es
cuando el duro trabajo de la inversión y la exploración ya ha concluido y
una petrolera estatal puede hacerse con los beneficios", pero no
"cuando el país tiene profundos problemas fiscales, falta de acceso a
los mercados de capitales e importantes necesidades de inversión",
afirma Gapper.
En los trece años de propiedad de Repsol, YPF ha logrado ponerse
"en mejor forma que nunca", señala el analista, quien recuerda el
reciente descubrimiento de Vaca Muerta y el reto que supone el proyecto
en términos de inversión.
Gapper considera además que dos de las ideas que circulan en la
actualidad, la de que Argentina será castigada y la de que ningún
inversor extranjero querrá en el país, se mostrarán "probablemente
falsas".
"Las probabilidades de que Argentina sea castigada son débiles",
asegura, al tiempo que existe un buen número de empresas dispuestas a
entrar en el país, pese a conocer los riesgos que conllevan las
inversiones.
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