BRUSELAS.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, prepara una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de
Gobierno de los Veintisiete consagrada al crecimiento tras la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales francesas que se celebra el 6 de
mayo.
"El debate sobre el crecimiento está ocupando un lugar central en
toda Europa y con razón. De hecho, nunca estuvo ausente, sólo menos
visible", ha dicho Van Rompuy en un discurso ante un foro empresarial.
El crecimiento "es la principal prioridad para los líderes
europeos".
"Nos reuniremos de nuevo en junio en el Consejo Europeo (los
días 28 y 29) para tomar decisiones importantes y no excluyo convocar en
una fecha anterior una cena informal de lideres para un intercambio de
ideas abierto", ha explicado.
En caso de que se confirman las encuestas que dan la victoria al
candidato socialista, François Hollande, sobre el presidente Nicolas
Sarkozy, la cumbre será la primera ocasión que tendrá el nuevo líder
para pedir, tal y como ha anunciado, renegociar el Tratado para reforzar
la disciplina fiscal incluyendo más elementos de crecimientos.
Los líderes europeos ya celebraron en febrero una cumbre
extraordinaria dedicada al crecimiento que no se tradujo en ninguna
iniciativa concreta sino únicamente en un cambio de énfasis en los
discursos públicos.
Tampoco Van Rompuy ha anunciado nuevas medidas para impulsar el
crecimiento en la UE, más allá de utilizar mejor el presupuesto
comunitario o aumentar el capital del Banco Europeo de Inversiones, como
ya ha propuesto la Comisión.
Al contrario, el presidente del Consejo Europeo ha insistido en
que "los niveles de deuda y déficit apenas dejan ningún margen para el
estímulo presupuestario". Además, el Banco Central Europeo "ha estirado
sus instrumentos hasta cerca de sus límites".
"La consolidación fiscal no es un objetivo en sí mismo, es un
prerrequisto para el crecimiento sostenible. Las reformas estructurales
siguen siendo la principal palanca a nuestra disposición", ha señalado
Van Rompuy. "Debemos decir la verdad. No hay fórmula mágicas. Las
reformas llevan tiempo, y lo mismo ocurre con su impacto en el
crecimiento y el empleo", ha subrayado.
Por eso, se ha quejado de las "demandas esquizofrénicas" que se
dirigen a la UE, "con gente diciéndonos un día que la falta de
disciplina fiscal socava la confianza del mercado y al siguiente que la
consolidación fiscal mata el crecimiento".
En su discurso, el presidente del Consejo Europeo ha sostenido que
la recesión que afecta a Europa es "suave", pero ha admitido que
existen "grandes diferencias entre los Estados miembros".
"No hay riesgo
de una espiral deflacionista global. Se prevé que el PIB de la eurozona
se contraiga un 0,3% en 2012 y vuelva a crecer el año que viene", ha
dicho.
En el foro han intervenido también el primer ministro italiano,
Mario Monti, y el belga, Elio di Rupo. Ambos han reclamado también que
la UE adopte medidas para impulsar el crecimiento.
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