sábado, 5 de mayo de 2012

Amenaza de una parálisis política tras las legislativas de Grecia

ATENAS.- Las elecciones legislativas que se celebran mañana domingo en Grecia podrían arrastrar de nuevo al país a un bloqueo político que amenazaría el actual plan de rescate ante la falta de un favorito claro entre los dos principales partidos, el conservador Nueva Democracia y los socialistas del PASOK, cuya falta de consenso imposibilitaría no solo una coalición parlamentaria estable, sino que podría desembocar en la celebración de nuevos comicios en los próximos meses, a juicio de los analistas. 

   Un total de 9.865.000 griegos están llamados los 20.560 colegios electorales que abren sus puertas a las 7.00 horas de la mañana (una hora menos en España), y que cerrarán doce horas después para elegir en las urnas la nueva composición del Parlamento, del que saldrá el nuevo primer ministro del país en sustitución del interino Lucas Papademos, y decidirá si mantiene los términos del plan de rescate o renegocia su situación.  
   El PASOK que lidera Evangelos Venizelos y la ND de Antonis Samaras apenas obtendrían juntos el 38 por ciento mínimo de votos que les garantiza la mayoría. Además, todas las encuestas dan a la ND el mayor número de apoyos frente al PASOK, que actuaría como socio menor de la coalición en lo que supone un castigo popular a Venizelos, recentísimo exministro de Economía.
   Cabe destacar además que al menos una decena de partidos van a conseguir el 3% de votos mínimos para obtener escaño, lo que redundará en el Parlamento más fragmentado desde la restauración de la democracia, en 1974.
   Cabe no obstante la posibilidad de que no se alcance la deseada coalición por discrepancias entre el PASOK y la ND, y por las ambiciones de Samaras para gobernar en solitario. En ese caso, el presidente Karolos Papoulias asumirá el mando de una ronda de negociaciones que, de resultar también infructuosa, desembocará en la formación de otro Gobierno interino, como el que existe actualmente.
   La inseguridad política en Grecia añade incertidumbre al plan de rescate de la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que exigen a Atenas el recorte de 11.500 millones de euros de gasto público para el próximo mes de junio a cambio del paquete de ayuda acordado por Atenas hace dos meses, y valorado en 173.000 millones de euros.
   La 'troika' teme que el nuevo Ejecutivo que salga de estos comicios intente renegociar de nuevo los términos del acuerdo. Como señalan a Reuters fuentes oficiales de la eurozona "la paciencia con Grecia se está acabando" y "si no les gusta el acuerdo, que salgan del euro", una última opción improbable.
   Sin embargo, cualquier resistencia del FMI ante las peticiones de Grecia podría destruir la ya de por sí inestable coalición que se formaría tras estos comicios, si los propios partidos griegos no lo hacen primero.
   Antonis Samaras, por ejemplo, ha amenazado con repetir comicios hasta que Nueva Democracia se haga con la mayoría para junio como muy pronto. "Si ahora no gana, está convencido de que puede hacerlo de nuevo", apunta un integrante de ND a 'The Wall Street Journal'. Es tal la convicción de Samaras que el PASOK da prácticamente por fracasada la futura coalición de Gobierno.
   "Ese hombre quiere gobernar en solitario y se la está jugando a unos nuevos comicios", apunta una fuente socialista.
   Samaras se teme una fría respuesta de los votantes. Las últimas encuestas del pasado 20 de abril conceden a ND entre el 19,1% y el 25,5% de los votos, frente al entre 14,5% y 19,1% que obtendría el PASOK, según los sondeos de RASS, VPRC, MRB, MARC, Public Issue y Kapa Research. Traducido a escaños, ambos partidos conseguirían un resultado conjunto de entre 158-160 escaños, un poco por encima los 151 que se necesitan para conseguir la mayoría.
   Las predicciones dan a ND un mínimo de 104 escaños, y Samaras está convencido de que puede conseguir en solitario, tarde o temprano, los 47 restantes.    
   A esto hay que añadir que la popularidad de la extrema derecha se ha disparado en las últimas semanas, como ha sucedido recientemente en Francia, aprovechando la crisis económica. Las encuestas apuntan a que los extremistas de la formación Chrysi Avgi (Amanecer Dorado) que lidera Nikolaos Michaloliakos podría obtener un 5% de los votos, el equivalente a una decena de escaños, en lo que supondría la consolidación de un grupo de esta naturaleza por primera vez desde el Régimen de los Coroneles, hace casi 40 años, al que Michaloliakos apoyó sin reservas.
   El FMI, cada vez más reticente a apoyar el rescate griego, aguardará a los resultados de los comicios antes de volver a mandar a sus representantes a Grecia, cuando el próximo Gobierno griego ponga en marcha "los principales objetivos de su nuevo programa".
   "La misión del FMI acudirá tras las elecciones pero no tenemos una fecha para el viaje", declaró al diario heleno 'Kathimerini' el director de Relaciones Externas del FMI, Gerry Rice. Sin embargo, fuentes propias del rotativo apuntan a que el jefe de la misión del Fondo, Poul Thomsen, podría llegar a Atenas la semana próxima para una primera visita sobre el terreno.
    El FMI pedirá al nuevo Gobierno que cumpla con sus compromisos. "Los principales partidos políticos se comprometieron con los grandes objetivos del programa", declaró Rice. "Las cosas no han cambiado en este sentido".

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