BRUSELAS.- El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable
de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, abogó hoy por inversiones
públicas en áreas clave como infraestructuras de transporte o
telecomunicaciones, para que atraigan al sector privado y generen
crecimiento económico.
"Necesitamos centrar nuestros esfuerzos colectivos en impulsar el
crecimiento", dijo Rehn en un discurso pronunciado en el Instituto de
Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas, distribuido por
el servicio de prensa de la Comisión Europea.
El vicepresidente valoró los esfuerzos de consolidación fiscal hechos
hasta ahora, pero, en este momento, abogó por crear un "pacto europeo
por las inversiones" que refuerce las inversiones públicas de forma
"inteligente", a fin de movilizar también la financiación privada.
El comisario destacó que, en tanto que la consolidación fiscal es
"inevitable" y las reformas estructurales son la "llave" para el
crecimiento a medio plazo, "las políticas públicas activas para promover
un crecimiento sostenible son igualmente importantes", y aludió a tres
pilares en los que basar la estrategia de crecimiento.
En primer lugar, afirmó que la "necesaria" consolidación fiscal debe
hacerse de manera equilibrada sin que perjudique al crecimiento.
"El pacto de estabilidad y crecimiento no es estúpido", enfatizó, al
asegurar que aunque se basa en un conjunto de normas que pueden acarrear
sanciones a los países con déficit excesivos también deja "un margen
considerable para el juicio, basado en el análisis económico y sus
disposiciones legales", a la hora de aplicarlo.
En ese sentido, afirmó que el pacto "subraya la sostenibilidad de las
finanzas públicas a medio plazo e implica la diferenciación entre
Estados miembros de acuerdo a su espacio fiscal y condiciones
macroeconómicas".
Así, señaló que hay Estados miembros "vulnerables" bajo un estrecho
escrutinio de los mercados, que "necesitan convencer tanto a las fuerzas
de los mercados como a los responsables políticos sobre su capacidad de
hacer frente a los desafíos fiscales y, así, crear confianza".
En segundo lugar, Rehn aseguró que la crisis no sólo tiene "raíces
fiscales", sino que sus "orígenes más profundos" están en desequilibrios
macroeconómicos y divergencias en competitividad, por lo que los países
ya están poniendo en marcha las reformas estructurales correspondientes
para corregir esos desajustes.
Y, en tercer lugar, el comisario subrayó que es necesario incrementar
las inversiones para "suplir otras políticas de nuestra agenda de
crecimiento".
"De manera más precisa, necesitamos más inversión transfronteriza
europea y comunitaria en infraestructuras", especialmente en energía,
transporte, innovación, investigación y comunicaciones.
Rehn aludió al temor del sector privado a invertir en este tipo de
proyectos, a pesar de la demanda, en tanto que el sector bancario aún
continúa recuperándose de la crisis, a pesar de las acciones de apoyo
del Banco Central Europeo (BCE).
"Así que los bancos públicos y las inversiones públicas tienen un
papel clave", destacó, y recordó que la Comisión propuso el año pasado
la creación de bonos para proyectos de inversión en infraestructura,
"una nueva herramienta para destrabar la financiación privada".
También para movilizar los fondos privados, señaló que de la Comisión
Europea explora la posibilidad de redirigir fondos estructurales en
favor de las pymes (pequeñas y medianas empresas) innovadoras y
competitivas.
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