sábado, 19 de mayo de 2012

El G-8 promete combatir la crisis y apoyar a Grecia

CAMP DAVID.- Los líderes del G-8 apoyaron el sábado los esfuerzos para mantener a Grecia dentro de la zona euro y prometieron tomar las medidas necesarias para afrontar las turbulencias financieras, revitalizando al mismo tiempo sus economías, cada vez más amenazadas por la crisis de deuda de Europa.

En un comunicado de evidente respaldo a Europa, los dirigentes de las ocho economías más ricas e industrializadas del mundo reunidos en Camp David (Estados Unidos), dijeron que la recuperación económica global mostraba señales prometedoras pero que persistían "factores adversos significativos".
"Ante este escenario, nos comprometemos a tomar todas las medidas necesarias para fortalecer y revigorizar nuestras economías y combatir las tensiones financieras, reconociendo que no son las mismas para todos nosotros", señalaron en el comunicado emitido al final de su encuentro en Maryland.
Los jefes de Estado abordaron además el debate que se está dando en Europa para equilibrar la reducción de las deudas con medidas destinadas a apoyar el crecimiento.
"Reafirmamos nuestro interés en que Grecia se mantenga dentro de la zona euro, respetando al mismo tiempo sus compromisos", indicó el escrito.
Fue inusual que el comunicado del G-8 -a menudo documentos anodinos- mencionara a una nación pequeña. Pero el temor al estancamiento político en Grecia, que podría llevar al país mediterráneo a dejar la unión monetaria de Europa con efectos desconocidos para el sistema financiero, ha aterrado a los mercados globales.
El presidente estadounidense, Barack Obama, y los líderes de otras potencias económicas también discutieron formas de calmar a los mercados tras los temores causados por los problemas bancarios de España, que provocaron el derrumbe de las acciones a sus niveles más bajos este año.
Obama había abierto la sesión prometiendo buscar formas de restablecer la salud del crecimiento y el empleo y de hacerse cargo de los temores en Europa.
"Todos nosotros estamos absolutamente comprometidos con asegurar que tanto el crecimiento como la estabilidad, y la consolidación fiscal, sean parte de un paquete general, con el fin de lograr el tipo de prosperidad para nuestros ciudadanos que todos estamos buscando", dijo Obama.
Tras una reunión el sábado con Obama, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que detectaba una "creciente sensación de urgencia sobre la necesidad de tomar medidas" ante la crisis de la zona euro.
Londres depende fuertemente de las finanzas internacionales y la inestabilidad bancaria asestaría un nuevo golpe a una economía que ya está en recesión.
Los líderes de la Unión Europea recalcaron el viernes que se mantendrían firmes en la protección a sus bancos, después de informaciones sobre una escalada de créditos malos que mostraron la amenaza de que un rescate a los bancos españoles quebraría la economía del cuarto mayor miembro de la zona euro.
"Haremos lo que sea necesario para garantizar la estabilidad financiera de la zona euro", dijo el presidente de la UE, Herman Van Rompuy.
Previamente, el presidente francés, François Hollande, sugirió usar los fondos de Europa para inyectar capital a los bancos de España, lo que podría marcar una aceleración significativa de los esfuerzos de rescate de la UE.
Un diario italiano informó de que el primer ministro italiano, Mario Monti, propuso durante la cumbre la creación de un sistema paneuropeo de seguros de depósitos bancarios. No hubo declaraciones inmediatas sobre el tema.
Equilibrar una agenda de crecimiento con esfuerzos para reducir la deuda de Gobierno mediante restricciones fiscales fue parte crucial de las discusiones del G-8. Obama se ha puesto de lado de Monti y Hollande para dar más énfasis al crecimiento.
Eso presiona a la canciller alemana, Angela Merkel, que ha impulsado medidas de austeridad fiscal como forma principal para reducir los inmensos niveles de deuda que afectan a las economías europeas.
Obama, en la reunión del sábado sobre economía global, aconsejó un acercamiento equilibrado, diciendo que no debería haber "impulsos artificiales", dijeron fuentes de las delegaciones.
"Necesitamos una agenda de crecimiento, que mantenga al mismo tiempo una disciplina fiscal", dijo Obama, según información de las fuentes.
En la foto de grupo del G-8, Obama también buscó un equilibrio. Posó en medio de los líderes de las principales potencias de Europa -Francia y Alemania-, a su derecha y a su izquierda, respectivamente.
Un asesor de Hollande dijo que el mensaje de crecimiento de Francia estaba ganando apoyo.
"Las posiciones que él ha tomado están viendo una respuesta extremadamente positiva, no sólo en Europa, sino también en Estados Unidos, Canadá y Japón", sostuvo el asesor.
En la agenda de la cumbre también se abordó la preocupación por los precios del petróleo y de los alimentos, además de las tensiones generadas por Afganistán, Irán, Siria y Corea del Norte.
Se rumoreó que Obama iba a usar la sesión sobre temas de energía para buscar apoyo al uso de las reservas de petróleo de emergencia antes de que el embargo de la Unión Europea sobre el crudo iraní entre en vigor en julio.
Sin embargo, el comunicado sobre el tema sólo indicó que el G-8 pediría a la Agencia Internacional de Energía (AIE) que tomara acciones pertinentes si se producían interrupciones de los suministros de petróleo para los mercados mundiales y que los países buscarán mantener estables los suministros.
La cumbre en Camp David dio inicio a cuatro días de una actividad diplomática intensa que pondrá a prueba la capacidad de los líderes para poner fin a la intranquilidad por la amenaza de otra crisis financiera, mientras se retiran de una guerra impopular en Afganistán.
Tras el término de las negociaciones en Camp David, Obama viajará a Chicago, donde encabezará una reunión de dos días de la OTAN en la que la guerra en Afganistán será el tema principal.

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