ATENAS.- Grecia se hundió en una crisis más aguda el martes cuando el líder
del partido conservador Nueva Democracia dijo que el candidato de
izquierdas a convertirse en primer ministro, Alexis Tsipras, sacaría al
país de la zona euro con su propuesta de rechazar un rescate
internacional.
El líder del partido conservador Antonis Samaras dijo
en una intervención televisada que Tsipras le pedía la destrucción de
Grecia al imponer el rechazo de un rescate de la Unión Europea y el
Fondo Monetario Internacional como condición para formar un Gobierno de
coalición.
"Él me está pidiendo que firme la destrucción de
Grecia. No haré esto", indicó Samaras, cuyo partido logró la mayoría
tras las elecciones del domingo pero perdió el apoyo de un buen número
de votantes afectados por las restricciones económicas impuestas por el
rescate que salvó a Grecia de la bancarrota.
Samaras indicó que apoyaría un Gobierno de minoría pero
no bajo esas condiciones, indicando que el líder de la coalición de
izquierda Tsipras tenía muy pocas posibilidades de formar Gobierno,
haciendo cada vez más posible la opción de repetir los comicios.
Tsipras, de 37 años y que quedó segundo en las
elecciones, comenzó sus contactos para intentar formar gobierno el
martes tras recibir el mandato del presidente, renunciando al rescate y
amenazando con nacionalizar bancos.
Su declaración podría causar nerviosismo entre los
inversores, preocupados por que Grecia vuelva a desestabilizar la zona
euro como hizo en el 2009 cuando comenzó la crisis de deuda.
Para el líder del PASOK, Evangelos Venizelos, que
negoció el rescate de 130.000 millones de euros, rechazarlo tampoco es
una opción. El político realizó el martes un llamamiento para formar un
Ejecutivo proeuropeo de unidad.
Venizelos dijo que solo pondría un requisito para su
integración en la coalición: "Que Grecia se quede en el euro y en
Europa. Quiero que las cosas mejoren para los griegos, no que empeoren".
"El veredicto claramente interpreta que el acuerdo de
rescate es inválido", dijo Tsipras, el líder político más
joven de Grecia.
Un responsable de su formación indicó que había pedido a
los dos ex partidos gobernantes, Nueva Democracia y el socialista
PASOK, retiren las promesas hechas a cambio del rescate como condición
para unirse al Gobierno. La alianza con estos partidos había sido
considerada su única opción para tomar el poder.
Tsipras tuvo la posibilidad de formar el primer
Gobierno de izquierdas en la historia moderna del país después de que
Nueva Democracia abandonase la tarea el lunes al considerarla imposible.
Si falla, será el turno de Venizelos y si éste tampoco
puede lograr un acuerdo, el Presidente Karolos Papoulias podría reunir a
las distintas formaciones en un último intento para crear un gobierno
de unidad antes de convocar nuevas elecciones en unas tres semanas.
Mientras continúan las negociaciones, el primer
ministro saliente, el tecnócrata Lucas Papademos sigue gobernando el
país aunque si vuelven a celebrarse los comicios, Papoulias podría
nombrar una Administración temporal a corto plazo.
La incertidumbre tras la votación del domingo causó temores generalizados sobre el futuro.
"Estoy confundido (...) Sólo Dios puede salvarnos
ahora", dijo Panagiota Makri, de 80 años, haciéndose la señal de la cruz
y sumándose a una plegaria en las calles de Atenas.
En teoría, Tsipras no tendría el número de apoyos
suficientes para formar Gobierno, con sólo 71 escaños de los 300 del
Parlamento para cualquier posible alianza de izquierdas. Los comunistas
ya rechazaron sumarse a su proyecto.
Los analistas sostienen que incluso si lograra un
acuerdo, el Gobierno sería demasiado frágil y duraría sólo unos meses.
Autoridades de la Unión Europea rechazaron cualquier
compromiso sobre los términos del rescate, sin el cual Grecia se
quedaría sin dinero a finales de junio, según estimaron.
Un miembro de la junta directiva del Banco Central
Europeo, Joerg Asmussen, fue el último en pronunciarse diciendo que el
rescate no podía ser renegociado y que no había alternativas si Grecia
quería permanecer en la zona euro.
Un funcionario del gobierno saliente de Papademos
señaló que pocos de los inexpertos asesores de Tsipras parecen entender
que si la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional frenan el
rescate, Grecia se quedaría sin fondos para pagar salarios y pensiones.
"El país se dirige a gran velocidad hacia la
catástrofe", escribió el periódico Kathimerini en un editorial. "Si no
se forma un gobierno de salvación nacional en los próximos días, serán
inevitables unas nuevas elecciones".
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