martes, 8 de mayo de 2012

La Unión Europea buscará la mezcla de crecimiento y rigor presupuestario

BRUSELAS.- Los países de Unión Europea deben encontrar la forma de impulsar el crecimiento y a la vez poner en orden las finanzas públicas, y los líderes de la UE se reunirán el 23 de mayo para discutir cómo lograr estos objetivos, dijeron el martes dos altos funcionarios del bloque.

Los 17 países de la euro zona quieren volver a ganarse la confianza del mercado en sus finanzas, después de que los dos años de crisis de la deuda soberana aumentasen los costes de endeudamiento para la mayoría, sacase a Grecia, Portugal e Irlanda de los mercados y ahora amenace con hundir a España.
Pero algunas autoridades y economistas dicen que la zona euro ha estado muy concentrada en la consolidación fiscal, lo que daña el crecimiento económico, haciendo la sostentabilidad de la deuda aún más difícil y amenazando con comenzar un círculo vicioso de austeridad y contracción de la producción.
La Comisión Europea dijo el martes que no había elección entre la austeridad o el crecimiento, porque ambos eran necesarios.
"El debate de la consolidación contra el crecimiento es falso", expresó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, en una sesión informativa.
"En la actual situación económica de bajo crecimiento y alta deuda no hay elección, debemos perseguir ambos simultáneamente", añadió.
Después de la reacción antiausteridad de los votantes de Grecia y Francia el domingo, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, convocó una cumbre de líderes de la Unión Europea para el 23 de mayo, donde discutir "la agenda de crecimiento europeo", según mostró su carta a los líderes.
La cena informal del 23 de mayo es para preparar el terreno de cara a otra reunión los días 28 y 29 de junio, cuando los líderes tomarán decisiones formales sobre sus estrategias de crecimiento y consolidación presupuestaria.
La discusión ha ganado nuevos bríos por la victoria en las elecciones presidenciales francesas del socialista François Hollande, que hizo campaña para cambiar el foco de la austeridad al crecimiento.
Por otra parte, en las elecciones parlamentarias de Grecia, los partidos que apoyaron el paquete de austeridad de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para hacer sostenible la deuda del país, no lograron conseguir una mayoría, con la incertidumbre resultante sobre quién será capaz de formar Gobierno en Atenas.
La búsqueda del equilibrio a la que se enfrenta la Unión Europea es difícil porque, a diferencia del gasto gubernamental financiado con deuda, las reformas estructurales que aumentan el crecimiento económico tardan un tiempo en producir resultados, y los inversores están impacientes.
Una consolidación fiscal menos ambiciosa, dejando más dinero de los impuestos para alimentar el crecimiento, sería más rápida, pero minaría los esfuerzos de la zona euro para demostrar que va en serio en lo que respecta a ordenar su equilibrio fiscal y probablemente dañaría la confianza del inversor.
"La consolidación fiscal debe conseguirse de forma diferenciada y favorable al crecimiento", dijo Rehn.
Esto significa que aquellos países de la Unión Europea con finanzas públicas sólidas deberían permitir la construcción de redes de seguridad social en sus economías, como el gasto en subsidios de desempleo, para amortiguar el impacto de la desaceleración económica.
Pero los países que están bajo el escrutinio del mercado, como Grecia, Irlanda y Portugal, además de España e Italia, deberían concentrarse en recobrar la confianza del inversor a través de duras políticas fiscales.

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