ATENAS.- Los griegos, que sumieron a su país en la inestabilidad tras votar
mayoritariamente el domingo en contra de los partidos que respaldan el
rescate de la UE y el FMI, dicen que están dispuestos a hacerlo de nuevo
si, como parece casi seguro, las elecciones se repiten el mes que
viene.
Los dos partidos que han dominado Grecia durante décadas y
negociaron su rescate de 130.000 millones de euros se vieron reducidos a
apenas un 32 por ciento de los votos en los comicios del domingo,
mientras el resto de los griegos optaban por partidos alternativos
contrarios al rescate.
Los políticos prácticamente no dan indicios de poder formar un
Gobierno conjunto, lo que implica que es probable la celebración de
nuevas elecciones en tres o cuatro semanas.
El desacuerdo político ha impulsado las especulaciones de que
Grecia podría ser expulsada de la moneda única europea, a pesar de que
los sondeos muestran que Grecia quiere quedarse en el euro.
"No me arrepiento. Me siento reivindicado porque los dos partidos
prorrescate han sido injustos con nosotros durante muchos años", afirmó
Petros Chiotopoulos, de 70 años, que posee una pequeña empresa de
alquiler de autobuses y votó por el escindido partido conservador
Griegos Independientes.
Esa postura era compartida por decenas de griegos en Atenas, que
dicen no arrepentirse de haber castigado a una clase política gobernante
que ha presidido durante cinco años de recesión, creciente desempleo,
menguantes salarios y una corrupción rampante.
Los votantes dicen que quieren asegurarse de que se oye su voz
tanto en casa como en Europa: quieren quedarse en el euro, pero no
pueden asumir más sufrimiento.
El conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK se han
alternado en el Gobierno desde la caída de la junta militar en 1974. El
año pasado, apenas unas semanas antes de que el país cayera en
bancarrota, formaron una coalición y negociaron de forma conjunta el
rescate de 130.000 millones de euros de la UE y el FMI.
Los líderes europeos llevan desde el domingo dejando claro que
Grecia debe atenerse a las reformas acordadas a cambio del rescate, como
el despido de funcionarios, reducir salarios y elevar impuestos, para
seguir recibiendo ayuda y permanecer en el euro.
Los griegos dicen que quieren un plan de rescate que no haga tanto daño a la clase media y a los más pobres.
"Queremos quedarnos en el euro. Queremos estar en igualdad de
condiciones con otra gente y no ser sólo esclavos de algunos países",
dijo Dimitris Nasis, funcionario de 62 años y que votó por un partido
pequeño de izquierdas.
Nasis confía en François Hollande, que ganó las elecciones
francesas el domingo con una promesa de apostar por el crecimiento y
renegociar el pacto fiscal de la UE.
Pero el margen de maniobra de Hollande podría verse limitado por
la necesidad de llegar a un acuerdo con Alemania, el gran pagador de la
eurozona y que insiste en estrictas políticas fiscales.
Las encuestadoras dicen que sería difícil predecir el resultado
de otras elecciones, entre otras cosas porque según los sondeos a pie de
urna, 6 de cada 7 votaron algo distinto que en los comicios anteriores,
cuando el 77 por ciento optó por Nueva Democracia o PASOK.
Muchos griegos dicen que quieren ver una rápida coalición y culpan a los políticos de sembrar el caos al estancarse.
"Los líderes deben cooperar, poner las cosas en orden. De todas
formas es culpa suya, ellos nos trajeron aquí", dijo Christie
Papanikolau, de 50 años, propietaria de una tienda de ropa. Ella votó
por Nueva Democracia y haría lo mismo en otras elecciones, aunque dijo
comprender a los que optaron por grupos alternativos.
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