FLORENCIA.- Italia presionó el miércoles en favor de relajar la ortodoxa
política alemana mientras su primer ministro, Mario Monti, y el
responsable del Banco Central del país urgieron a Europa que vaya más
allá del rígido enfoque sobre disciplina presupuestaria demandado por
Berlín en la crisis financiera.
Monti, que ha adquirido un papel importante instando a poner más
énfasis en el crecimiento, repitió su llamamiento para ajustes en las
normas presupuestarias que permitan un mayor gasto en inversión a los
gobiernos y dijo que creía que los eurobonos comunitarios llegarían con
el tiempo.
En una conferencia organizada por el Instituto Universitario
Europeo, reconoció que quedaba mucho trabajo por hacer para superar las
objeciones alemanas, que dijo estaban basadas en una concepción de la
economía que veía el crecimiento como la recompensa a una política
virtuosa.
"Cualquier teoría creativa, imaginativa o sugerente que pueda
llevar a un mayor crecimiento a través de la subversión de esta
identidad económica moral, tiene al menos que estar bien explicada para
ganarse las mentes alemanas y, aún más difícil los corazones, y no estoy
hablando de los bolsillos germanos", dijo.
Aunque Monti repitió su compromiso con la disciplina
presupuestaria y abogó por el fortalecimiento del mercado único, sus
palabras subrayaron la creciente presión antiausteridad en Europa
después de la victoria del socialista François Hollande en las
elecciones presidenciales y la pérdida de apoyos sufrida por los grandes
partidos en Grecia.
Monti, un ex comisario europeo no elegido en las urnas, dio una
cauta bienvenida al nuevo presidente francés e insistió en su
posicionamiento a favor del crecimiento añadiendo que esperaba que París
mantuviese sus finanzas saneadas.
"Queremos encontrar vías hacia el crecimiento en Europa que no
son contrarias al principios de disciplina presupuestaria", señaló.
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha apegado a las demandas
de que los gobiernos fuertemente endeudados del sur de Europa obedezcan
las estrictas reglas presupuestarias acordadas en el pacto fiscal de la
Unión Europea pero la victoria de Hollande y el inestabilidad griega
han dado un brusco giro al panorama.
En declaraciones durante la misma conferencia, el director
general del Banco de Italia, Fabrizio Saccomanni, instó al Banco Central
Europeo a que sea más activo a la hora de combatir la crisis de la
eurozona, un llamamiento poco habitual desde uno de los gobernadores de
los bancos centrales de la eurozona.
"Creo que el BCE debería desempeñar un papel más activo y debería
permitírsele un papel más activo en la estabilización del mercado",
dijo Saccomanni.
Sus comentarios adquirieron especial resonancia en un momento en
el que las rentabilidades de los bonos públicos españoles superaron el
importante nivel psicológico del 6 por ciento, en un ambiente de
preocupación por el sistema bancario español y el futuro político de
Grecia.
Saccomanni dijo a periodistas que las herramientas no
convencionales del BCE como la compra de deuda pública y las subastas de
liquidez barata han sido valiosas pese a las críticas desde algunos
sectores ante la oposición del Bundesbank.
El BCE se ha encontrado con nuevas presiones desde Francia, donde
el recién elegido presidente François Hollande ha pedido al banco
central que preste a los países en apuros a través del fondo de rescate
de la región.
El Bundesbank encabeza la oposición a estas sugerencias en el
seno del BCE y el banco central alemán mantuvo el martes su mantra en un
comunicado que estaba directamente enfrentado a los comentarios de
Saccomanni.
"Las verdaderas causas de la crisis de deuda soberana no se
pueden resolver con política monetaria", dijo en un comunicado preparado
para una sesión en el Parlamento alemán.
El Bundesbank destacó la importancia de separar las políticas
fiscales y monetarias con el fin de mantener la independencia del
Eurosistema de los bancos centrales de la región y la confianza en la
divisa.
"En este sentido, los riesgos del balance del Eurosistema deben
en lo sucesivo mantenerse dentro de unos límites y ha de preverse una
salida de las políticas monetarias no convencionales", añadió.
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