domingo, 20 de mayo de 2012

España afronta una crisis de confianza tras revisar el déficit

MADRID.- El Gobierno español afronta una crisis de confianza entre los nerviosos inversores tras admitir que el déficit público de 2011 fue mayor de lo que previamente se había dicho por el ajuste de las cuentas en tres regiones.

España revisó el déficit público de 2011 al 8,9 por ciento del Producto Interior Bruto desde una cifra previa del 8,5 por ciento del PIB, una cifra bastante superior al objetivo original del 6 por ciento.
Las tres comunidades autónomas que han revisado los datos, Madrid, Valencia y Castilla y León, están gobernadas por el Partido Popular, lo que supone un revés para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha culpado en buena parte a los socialistas de la incapacidad para controlar las cuentas.
"Eso es un desastre mayúsculo y va a dar un golpe muy serio a la credibilidad de España. No me sorprendería si vemos un nuevo salto cualitativo en la prima de riesgo el lunes. Me dejó helado cuando lo vi. Lo peor que podría pasarnos en este momento era algo como esto. Lo peor", dijo el economista y profesor de la Universidad Carlos III Antonio Cabrales.
El rendimiento que España paga por los bonos a diez años ha crecido hasta niveles no vistos en seis meses en la última semana, cerca de cifras consideradas insostenibles, en medio de las preocupaciones sobre el sector bancario y la posibilidad de que Grecia pueda verse forzada a dejar la zona euro.
El Gobierno tomó el control del cuarto mayor banco del país, Bankia, acosado por su exposición al sector inmobiliario, alimentando las preocupaciones sobre el potencial coste público de una potential reorganización del sector bancario.
La economía española ha estado en recesión, o estancada, desde que estalló la burbuja inmobiliaria hace cuatro años y pese a las previsiones de que el PIB se contraerá un 2 por ciento este año, el Gobierno ha aplicado profundos recortes para cumplir con los objetivos fiscales fijados por Europa.
El Gobierno aseguró el viernes, tras presentar los datos revisados, que el país cumplirá con sus objetivos, pero muchos economistas dicen que será imposible cumplirlos sin condenar a la economía a una recesión más profunda.
"La credibilidad de la política fiscal ha quedado hecha añicos, no porque el Gobierno esté evadiendo sus responsabilidades, sino porque no es factible el ajuste fiscal que se está exigiendo cuando la economía está en recesión", dijo Nicholas Spiro, de Spiro Sovereign Strategies.
Rajoy ha aprobado medidas de austeridad por alrededor de 45.000 millones de euros para reducir el déficit al 5,3 por ciento del PIB este año, y se verá forzado a hacer más recortes el próximo año para alcanzar un objetivo del 3 por ciento del PIB.
La desviación del déficit, heredada del Gobierno socialista anterior, que perdió en las urnas en noviembre pasado, se debió en parte al gasto de las 17 comunidades, que representan alrededor de la mitad del total de gastos.
"El Gobierno lo que quería era que las comunidades autónomas sacaran todas las facturas que tuvieran. Al gobierno no le preocupan ahora las cuatro décimas porque no es un déficit recurrente, que vaya a reproducirse en el año 2012", dijo una fuente del Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, dado que la confianza de la cuarta economía de la eurozona está en entredicho, la admisión de los errores en la contabilidad no servirá para recuperar esa fe.
"Hemos vivido otra semana crucial en la que la prima de riesgo ha tocado el máximo histórico y situaciones como el nuevo descontrol de las cuentas autonómicas explican perfectamente por qué los inversores nos tienen en su punto de mira," dice el diario El Mundo.

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