PARÍS.- El presidente electo de Francia, François Hollande,
inició su campaña para persuadir a sus socios de Europa para que
cambien el énfasis de sus políticas económicas desde la austeridad hacia
las medidas pro-crecimiento, al reunirse el miércoles con el jefe del
Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Hollande llevará la semana próxima a Berlín su
solicitud de agregar elementos a favor de la expansión al pacto fiscal
europeo.
Miembros de la Unión Europea afirman tener confianza en
el nuevo líder francés y en su capacidad para desarrollar una relación
de trabajo eficiente con la canciller alemana, Angela Merkel, que
reavive los esfuerzos del bloque para superar la crisis de deuda de la
zona euro.
"La elección de Hollande es un evento positivo que ha
cambiado la narrativa en Europa, que se estaba quedando estancada en la
obsesión con la austeridad fiscal", dijo un alto cargo de la UE.
La visita de Van Rompuy se produjo un día antes de que
el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, viaje a París.
Las autoridades europeas quieren garantías del
compromiso de Hollande para reducir el déficit presupuestario y
controlar los gastos públicos de Francia, a la luz de su campaña
electoral basada en subidas de impuestos y medidas sociales, dijo la
fuente.
Entre las ideas que podrían recibir nuevo impulso se
encuentran medidas a corto plazo para promover el crecimiento económico y
propuestas a largo plazo para crear bonos comunes de la zona euro,
además de un sistema de garantías y resoluciones bancarias del bloque
monetario, según dos funcionarios de la UE.
El saliente presidente Nicolas Sarkozy, que también se
entrevistó con Van Rompuy el miércoles, se alineó con Merkel para
oponerse a la emisión de deuda común.
"La llegada de Hollande podría vigorizar la discusión
sobre algunos temas que quedaron congelados en los últimos meses y
darles un impulso", dijo un segundo miembro de la UE. "Los bonos de la
zona euro ya no son más un completo tabú", señaló.
La reunión de 50 minutos entre Hollande y Van Rompuy
estuvo centrada en la Unión Europea y en la crisis de deuda por la que
atraviesa el bloque monetario, dijo un portavoz del líder socialista.
"Ellos ya se conocen y tienen una buena relación",
sostuvo Pierre Moscovici en rueda de prensa. "Hubo un intercambio de
posturas muy positivo y profundo sobre la Unión Europea (...) sobre la
zona euro, con la crisis griega de por medio, y sobre la estrategia de
crecimiento", declaró.
Hollande, que ganó las elecciones presidenciales de
Francia el domingo después de que los votantes castigaron a Sarkozy
debido al sombrío panorama económico, buscará un alejamiento de las
políticas de austeridad impulsadas por Alemania en Europa después de
asumir su mandato el 15 de mayo.
Está previsto que viaje a Berlín poco después.
El presidente electo ha pedido negociaciones para
añadir medidas que fomenten el crecimiento en el bloque, como bonos
vinculados a proyectos, en el tratado de responsabilidad fiscal acordado
por los líderes de la Unión Europea en febrero.
Juncker, jefe del Eurogrupo formado por los ministros
de Finanzas de la zona euro y también primer ministro de Luxemburgo,
dijo el lunes que había dejado claro a Hollande durante una conversación
telefónica que no es posible renegociar el pacto fiscal.
"Lo que no está bien es reabrir por completo el tratado
fiscal acordado", afirmó Juncker a la cadena alemana ZDF. "No será
posible modificar la esencia del pacto fiscal, no habrá una nueva
negociación formal respecto a eso", manifestó.
Sin embargo, Juncker sostuvo que sí es posible añadir
elementos pro-crecimiento al pacto, aunque "no necesariamente en la
forma de un tratado".
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