BRUSELAS.- T.S. Eliot dijo que abril es el mes más cruel, pero para los líderes europeos el título podría llevárselo junio.
Tras dos años y medio luchando contra una crisis de deuda que se
ha convertido en crisis económica y ahora también política, se enfrentan
a cuatro semanas de decisiones críticas que podrían marcar un punto de
inflexión o sumir al continente más aún en la inestabilidad.
Además de citas ya previstas como una segunda votación en Grecia
el 17 de junio y las elecciones parlamentarias francesas, deben
enfrentarse a las presiones inmediatas de los inestables bancos
españoles, mantener un ojo suspicaz en Italia, encontrar formas de
estimular el crecimiento y prepararse para una cumbre europea el 28 y 29
de junio para abordar el futuro de la unión económica y monetaria
europea.
En los últimos dos años se han sucedido los momentos críticos y
los parlamentarios de la eurozona tienen una cierta habilidad para
encontrar formas de atascarse en una crisis, aunque también hay una
sensación en Europa y fuera de ella de que se están acercando a un punto
decisivo.
"Nos aproximamos a la hora de la verdad. Desde luego nos estamos
acercando a alguna clase de desenlace", dijo Nicholas Spiro, director
general de Spiro Sovereign Strategy, una consultora de riesgo económico
en Londres.
"Al final, los ingredientes clave para reforzar la eurozona
siguen faltando: no tienes autoridad fiscal, no tienes autoridad de
banca y tienes un desacuerdo considerable entre los líderes sobre cómo
avanzar".
Además, el equilibrio de poder que ha dominado la toma de
decisiones desde que comenzó la crisis en Grecia a principios de 2010 ha
variado, y el nuevo presidente francés, François Hollande, se opone más
abiertamente a la visión germana que su predecesor, algo que ya ha
cambiado el tono del debate.
Las alianzas pueden cambiar en rapidez en Europa y Hollande, que
ha recabado apoyo del primer ministro italiano, Mario Monti, y el
español Mariano Rajoy, podría buscar terreno común con Alemania una vez
las elecciones legislativas francesas se celebren el 17 de junio.
Pero por ahora, la canciller Angela Merkel se enfrenta a más
oposición en más frentes de los que ha encontrado hasta ahora en la
crisis. La forma en la que se resuelva eso podría determinar si Europa
da pasos audaces en las próximas semanas o se hunde más en la
incertidumbre.
"Para ponerlo en términos Rumsfeldianos, los parlamentarios
europeos ya dudan de las cosas que saben, por no hablar de los
desconocidos ignorados", dijo Spiro, que espera que la crisis empeore y
predice que Grecia tendrá que dejar la eurozona en algún momento de los
próximos dos años.
El suceso que más se cierne sobre Europa es la votación griega.
Las últimas encuestas muestran que SYRIZA, la coalición de izquierda
radical que quiere desmontar el rescate griego de 130.000 millones de
euros de la UE y el FMI, quedaría en una sólida segunda posición o como
ganador de las elecciones.
Si SYRIZA gana y su líder de 37 años Alexis Tsipras sigue
oponiéndose al rescate -como todo parece indicar- entonces la amenaza de
que Grecia deje la zona euro, con sus impredecibles repercusiones para
el resto de la región y del mundo sería mucho más inmediata.
Desde las elecciones inconcluyentes del 6 de mayo, cuando SYRIZA
tuvo un resultado mejor de lo esperado y quedó segundo, los analistas
estiman que los mercados mundiales han perdido casi 3 billones de
dólares de valor, resaltando el efecto devastador que puede tener un
pequeño país.
La inmensa mayoría de los griegos quieren conservar el euro, así
que en las últimas semanas los líderes europeos han enviado un mensaje
consistente a Grecia: si quieres mantener la moneda única, más vale que
apoyes también el rescate.
Esa presión sobre los griegos para que "hagan lo correcto" podría
ayudar a los partidos prorescate a tener mejores resultados en esta
ocasión, pero aún así Grecia seguiría en problemas. Está retrasada en el
cumplimiento de los objetivos de su rescate y debe seguir aprobando
reformas económicas muy impopulares.
Andre Sapir, miembro de Bruegel, un grupo de estudios de Bruselas
que suele dar informes para política europea, considera los comicios
griegos como un suceso decisivo, pero dice que los gobernantes también
necesitan una perspectiva a largo plazo para resolver la crisis, en
lugar de preocuparse hoy por Grecia, mañana por los bancos españoles y
pasado mañana por Italia.
"Si se atascan con asuntos a corto plazo, la eurozona no puede
sobrevivir de esta manera", dijo antes de emplear una analogía de un
matrimonio con problemas.
"Cuando llegas a ese punto, o dices basta y te divorcias, o
admites que has cometido muchos problemas, te sientas y hablas de formas
de refundar el matrimonio, haciendo lo correcto por los niños y el
futuro".
"Los líderes europeos tienen que proyectarse en el futuro. Como
en un matrimonio tienen que decir 'si vamos a tener un futuro en común,
entonces tenemos que hacer lo necesario ahora para construir nuestra
relación para los próximos años".
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