jueves, 3 de mayo de 2012

Los 27 no logran un acuerdo para reforzar el capital de los bancos

BRUSELAS.- Los ministros de Economía de los Veintisiete han fracasado, tras 16 horas de negociaciones, en su intento de lograr un acuerdo sobre la nueva norma de la UE cuyo objetivo es reforzar el capital de los bancos y aumentar así su resistencia frente a futuras crisis.

   El ministro de Economía británico, George Osborne --que pedía más libertad para fijar unilateralmente requisitos de capital más exigentes para sus entidades nacionales-- ha rechazado el último compromiso presentado por la presidencia danesa alegando que le haría parecer "un idiota" ante la opinión pública, la industria y los socios internacionales.
   La ministra danesa, Margrethe Vestager, ha sostenido al término de la reunión que el acuerdo está "muy cerca" y que sólo quedan pendientes "temas técnicos" para confirmar el compromiso durante la próxima reunión del Ecofin que se celebrará el 15 de mayo.
   El principal punto de discrepancia ha sido el grado de flexibilidad que se debe permitir a cada país, cuestión que enfrenta a Reino Unido, Suecia y Polonia, que reclaman poder exigir requisitos extra de capital a sus bancos, con Francia, Italia y la Comisión, que defienden una armonización máxima en la UE para evitar distorsiones de competencia.
   La última propuesta de la presidencia danesa deja libertad a los Estados miembros para pedir a sus bancos un recargo adicional de capital del 5 por ciento sobre su exposición a créditos nacionales. Al mismo, introduce un procedimiento de mediación obligatoria a cargo de la Autoridad Bancaria Europea si un país se siente perjudicado por el aumento de capital decretado por otro Estado miembro.
   "Sólo una o dos delegaciones estuvieron en desacuerdo al final y por eso es importante que hagamos una verificación técnica y confirmemos este compromiso cuando nos reunamos en una quincena", ha dicho la ministra danesa.
   "Reino Unido no ha podido dar su visto bueno al texto final, pero yo espero que será posible más tarde", ha explicado por su parte el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier. La Comisión mantiene por su parte dos reservas a la propuesta danesa por considerar que incluye excesiva flexibilidad.
   El momento más tenso de la negociación se ha vivido en el último debate público, con un enfrentamiento directo entre Osborne y la presidencia y la Comisión. El ministro británico ha sostenido que el compromiso final no respeta las normas internacionales de Basilea III al relajar la definición de capital y que aceptarlo le haría parecer "un idiota".
   Ha esgrimido que representa a "la mayor industria bancaria" de la UE y que su país alberga el centro financiero más importante y ha reprochado a la presidencia que no se reuniera en ningún momento con él para atender sus preocupaciones.
   Barnier le ha replicado que el compromiso sí cumple las reglas de Basilea, aunque adaptadas a las "especificidades" de los 8.300 bancos europeos. Ha acusado a Londres de buscar una "flexibilidad total y permanente" que equivaldría a escapar de la norma y ha defendido la importancia de las entidades no británicas.
   Cuatro horas más de negociaciones a puerta cerrada no han servido para desbloquear la situación.
   El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha dejado la reunión a primera hora de la tarde del miércoles tras asegurar que la presidencia danesa había respondido a sus preocupaciones y defender que los bancos españoles ya superan los requisitos de capital previstos en la nueva norma de la UE.
   La norma en cuestión tiene como objetivo incorporar a la legislación de la UE las reglas internacionales de Basilea III. Para ello, fija un capital del 8 por ciento de los activos ponderados por riesgo. De este capital, la cuota que debe ser de la mayor calidad ('common equitiy tier 1') aumenta del 2 por ciento al 4,5 por ciento y el 'tier 1' del 4 por ciento al 6 por ciento.
   Además de estos requisitos, la norma introduce dos colchones de capital: uno del 2,5 por ciento idéntico para todas las entidades de la UE y un colchón anticíclico, que se alimentará durante los buenos momentos y se consumirá durante las crisis, con un tope también del 2,5 por ciento.
   La propuesta de compromiso de la presidencia danesa permite a los reguladores nacionales exigir a sus bancos un tercer colchón de hasta el 5 por ciento de capital sobre su exposición nacional. Reino Unido, Suecia y Polonia piden mayor libertad alegando que es necesaria para proteger a los contribuyentes de futuros rescates, ya que la factura es nacional y no europea.
   En contraste, Italia, Francia y la Comisión quieren más armonización en los requisitos de capital alegando que lo contrario distorsiona el mercado interior. Dar libertad total a cada país podría tener efectos negativos sobre los bancos de otros Estados miembros, han alegado.

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