GINEBRA.- El gobierno de Colombia ha priorizado la candidatura del vicepresidente Angelino Garzón a la jefatura de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), el único aspirante de América Latina, ante la aún alarmante
violencia antisindical y otros desafíos laborales que afronta.
Nueve personalidades (cuatro europeos, tres africanos, un asiático y
un latinoamericano) pugnarán el lunes por suceder a partir de octubre al
chileno Juan Somavía, director general desde 1998 de la agencia de la
ONU que supervisa los derechos y relaciones laborales en el mundo,
integrada por 183 países.
Si Garzón resulta elegido, Colombia recibiría un aval muy
significativo, después de figurar durante años como uno de los países
con peor desempeño en el respeto a los derechos laborales y libertades
sindicales.
La notoria mejora de la seguridad en casi todo el territorio
colombiano de los últimos años no ha podido evitar que al menos 28
sindicalistas fuesen asesinados en 2011, de acuerdo con Amnistía
Internacional.
Pero sin minimizar este nivel de violencia antisindical, el gobierno
de Juan Manuel Santos hace énfasis en el camino avanzado. "Colombia es
el país latinoamericano que más convenios ha ratificado de la OIT",
expuso el viernes el ministro de Trabajo, Rafael Pardo.
El año pasado, también suscribió con Washington un plan de acción por
los derechos laborales que logró desbloquear el Tratado de Libre
Comercio bilateral, varado por este motivo durante un lustro en el
Congreso estadounidense.
Para alcanzar la jefatura de la OIT, el gobierno de centro-derecha
colombiano postuló a Angelino Garzón, una figura proveniente de la
izquierda con más de 20 años de trayectoria sindical.
Descrito como el "Lula colombiano" por el propio Santos -en
referencia al popular ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da
Silva-, la carrera política de Garzón ha transitado desde la dirigencia
del Partido Comunista colombiano en los años 80 hasta convertirse en
ministro de Trabajo (2000-2002), gobernador del departamento de Valle
(2004-2007) y vicepresidente desde agosto de 2010.
"Para Colombia, cambiarían las cosas radicalmente en el mundo laboral si Garzón es escogido", sostuvo el ministro Pardo.
Pero los sindicatos colombianos lo ven de otra forma y lamentan que
Garzón ya está plenamente integrado en el poder político. "Hemos hecho
un balance de la actividad de Garzón y hemos concluido que él no
interpreta hoy los intereses de los trabajadores", dijo a la AFP
Tarsicio Rivera, portavoz de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT,
unos 660.000 afiliados), de la que Garzón fue secretario general entre
1986 y 1990.
En la carrera por la elección del lunes en Ginebra, el vicepresidente
colombiano parte en principio por detrás del inglés Guy Ryder,
directivo de la OIT que tiene el apoyo de la Confederación Sindical
Internacional. Se prevé que Ryder reciba en bloque los 14 votos
reservados a los trabajadores, del total de 56 representantes -el resto
son 28 de gobiernos y 14 de empleadores- que escogerán por mayoría y
voto secreto al director de la OIT.
"Ryder es el que tiene más posibilidades. Es difícil que este puesto
se le escape a Europa, que lo necesita por la situación tan compleja de
su mercado laboral", dijo a la AFP la ex senadora colombiana Cecilia
López. "También veo difícil que se elija de nuevo a un latinoamericano",
apuntó López, también ex directiva de la OIT.
En caso de no haber un ganador en primera ronda, se repetirán las
votaciones eliminándose en cada una al candidato con menos votos.
La apuesta de Colombia es que Garzón pueda recoger los votos de los
sindicatos en caso de una eventual eliminación de Ryder, de quien
apuntan como punto débil que no cuenta con el aval del gobierno de
Londres.
Los otros aspirantes al cargo son Gilles de Robien (Francia), Ad
Melkert (Holanda), Mona Sahlin (Suecia), Jomo Kwame Sundaram (Malasia),
Ibrahim Assane Mayaki (Níger), Assane Diop (Senegal) y Charles Dan
(Benín).
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