sábado, 26 de mayo de 2012

La Unión Europea dice que China y EEUU también tienen problemas económicos

BRUSELAS.- Estados Unidos y Japón deben resolver sus problemas fiscales y China debe relajar las restricciones sobre el yuan, puesto que comparten la responsabilidad con Europa en restaurar la estabilidad económica mundial, dijeron los líderes de la Unión Europea antes de una cumbre del Grupo G-20 prevista para junio.

En una carta dirigida a las 27 naciones de la UE, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el jefe del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijeron que Europa estaba haciendo todo lo posible para superar la crisis.
"Europa ha intensificado los esfuerzos y asumió su responsabilidad en asegurar la estabilidad financiera de la zona del euro y vamos a seguir haciéndolo", dijo la carta de cara a la cumbre del G-20 en Los Cabos, México.
"Corresponde ahora a todos los miembros del G-20 mejorar sus esfuerzos y profundizar nuestra cooperación con el fin de asegurar una sostenida recuperación económica mundial", indicó.
En particular, la misiva apelaba a Estados Unidos para que evitar caer en un "precipicio fiscal", eludiendo problemas que podrían derivarse de alzas de impuestos y recortes de gastos destinados a surtir efecto a fines del año. Asimismo, instó a China a llevar a cabo reformas.
"Aunque estamos firmemente centrados en hacer nuestra parte, en Los Cabos todos los socios del G-20 también deben reconocer sus responsabilidades en el desarrollo de una recuperación sostenible", indicaba la carta publicada a última hora del viernes.
Estados Unidos y Japón también deberían poner en práctica "planes creíbles de consolidación fiscal a mediano plazo", escribieron.
"También debemos llamar a China a continuar fortaleciendo sus redes de seguridad social, llevar a cabo nuevas reformas estructurales y avanzar a un mercado determinado por el tipo de cambio", sostuvo.
El énfasis de Europa en los esfuerzos que otras naciones deben realizar frente a las turbulencias económicas se produce luego de que recibiera numerosas críticas por no haber hecho lo suficiente para estimular el crecimiento.
En la cumbre del G-8 a principios de este mes, las principales naciones industrializadas se pronunciaron a favor de equilibrar las medidas de austeridad - impulsadas por la canciller alemana, Angela Merkel - con iniciativas de estímulo al estilo estadounidense.
Una cumbre informal en Bruselas, que terminó en las primeras horas del jueves, fue la primera tras la elección del presidente socialista Francois Hollande en Francia.
Esto marcó un cambio en el énfasis de la UE hacia el crecimiento y el fin de una estrecha alianza entre el antecesor de Hollande, Nicolas Sarkozy, y Merkel sobre políticas para reducir los niveles de deuda.
Rompuy y Barroso dijeron que los últimos datos habían mostrado que los desequilibrios internos de la UE se están reduciendo, aunque aún quedaba mucho por hacer y, en este contexto, se refirieron no sólo a los países en déficit, sino también a aquellos con superávit.

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