FRANCFORT.- La economía de la zona euro cerrará 2012 con
un retroceso de dos décimas de su producto interior bruto (PIB),
mientras que el próximo año registrará una expansión del 1%, según
refleja la última encuesta elaborada por el Banco Central Europeo (BCE)
entre expertos en previsión económica, que han empeorado una décima sus
pronósticos para este año y el siguiente, según publica el BCE en su
boletín de mayo.
Esta revisión a la baja de las perspectivas económicas para el
bloque del euro se explica principalmente por la aplicación de medidas
adicionales de consolidación fiscal, así como por el proceso de
desapalancamiento en el que se halla inmerso el sector privado y el
desempleo mayor de lo previsto.
Sin embargo, los encuestados por el BCE consideran que la mejoría
de las perspectivas generales para la economía global "deberían tener un
efecto positivo sobre las exportaciones de la eurozona".
Por su parte, las perspectivas de crecimiento para la eurozona en
el largo plazo estiman un crecimiento de la actividad económica en la
región del 1,8% en 2016, en línea con sus anteriores pronósticos.
Asimismo, la inflación en la zona euro alcanzará en 2012 el 2,3%,
mientras que el año que viene los precios crecerán un 1,8%, lo que
supone un significativo incremento de cuatro décimas en las expectativas
de inflación para el presente ejercicio y de una décima en la
estimación para 2013.
Esta corrección al alza de las expectativas de inflación se
explica principalmente por la subida de precios de las materias primas,
pero también por las alzas mayores de lo previsto de impuestos
indirectos y precios regulados en algunos países de la zona euro
El pasado mes de marzo, el BCE publicó sus propias previsiones de
inflación, que para este año oscilan entre un 2,1% y un 2,7%, mientras
que para 2013 apuntan un alza de precios de entre el 0,9% y el 2,3%.
De hecho, el propio presidente de la entidad, Mario Draghi, ya
admitió en la última reunión del Consejo de Gobierno que la inflación
permanecerá por encima del objetivo del 2% "durante todo 2012 y sólo
bajará de este umbral a principios de 2013".
Por otro lado, los analistas consultados por el BCE esperan que el
desempleo cierre 2012 en el 11%, lo que implica un empeoramiento de
cuatro décimas respecto a su anterior previsión, mientras que para el
próximo año pronostican que la tasa de paro de la eurozona se situará en
el 10,9%, tres décimas por encima de su anterior pronóstico y, en ambos
casos, peor que las predicciones manejadas por el BCE.
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