MADRID.- El líder del Movimiento Socialista Panhelénico
(PASOK) griego, Evangelos Venizelos, ha renunciado al
encargo de formar Gobierno tras el fracaso de sus contactos con otras
formaciones políticas, lo que acerca al país a la convocatoria de unas
nuevas elecciones parlamentarias.
Antes que Venizelos, intentaron concretar un Ejecutivo los
responsables de Nueva Democracia y la Coalición de la Izquierda Radical
(SYRIZA), Antonis Samaras y Alexis Tsipras, respectivamente. En todos
los casos las negociaciones concluyeron sin éxito.
El PASOK ha indicado que también desiste en sus intentos, de
lo que tendrá que informar mañana Venizelos al presidente del país,
Karolos Papoulias, según informa la BBC. "Espero que durante el
encuentro con Karolos Papoulias cada partido asuma sus
responsabilidades", ha advertido el líder socialista.
Los líderes de Nueva Democracia y PASOK, antiguos partidos
mayoritarios tradicionales en Grecia, se habían reunido este viernes
para tratar de acercar posturas de cara a la formación de un Gobierno de
coalición. "Estamos trabajando para formar un Gobierno y todavía hay
esperanzas de que así sea", dijo Samaras tras reunirse con Venizelos.
En caso de que las fuerzas políticas sigan sin llegar a un
acuerdo, deberían convocarse de nuevo elecciones parlamentarias, algo
que en principio favorecería a SYRIZA, según una encuesta publicada el
jueves que sitúa a esta formación, segunda en los comicios del domingo,
como la más popular de cara a una nueva votación en las próximas
semanas.
Samaras ha asegurado ante los diputados de su partido que no
teme una segunda convocatoria, a pesar de que Nueva Democracia pueda
perder su condición de fuerza con más representantes en el Parlamento.
Nueva Democracia ahora se beneficia de los 50 escaños extra que la
legislación griega concede al partido más votado.
PASOK y Nueva Democracia negociaron conjuntamente el plan de
rescate de 130.000 millones de euros acordado con la Unión Europea y el
Fondo Monetario Internacional, pero los recortes paralelos han
canalizado un gran número de votos hacia formaciones contrarias a esta
ayuda. Los hasta ahora partidos mayoritarios pasaron de representar el
77 por ciento de los votos a quedarse con el 32 por ciento el pasado
domingo.
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