BRUSELAS.- Los ministros de Economía de la UE siguen
tras casi 12 horas de negociaciones divididos y lejos de un acuerdo
sobre cómo reforzar el capital de los bancos con el fin de aumentar su
resistencia a futuras crisis.
El principal punto de discrepancia sigue siendo el grado de
flexibilidad que se debe permitir a cada país, cuestión que enfrenta a
Reino Unido y Suecia, que reclaman poder exigir requisitos extra de
capital a sus bancos, con Francia, Italia y la Comisión, que defienden
una armonización máxima.
La última propuesta de la presidencia danesa deja libertad a los
Estados miembros para pedir a sus bancos un recargo adicional de capital
del 5% sobre su exposición nacional. Al mismo tiempo, introduce un
procedimiento de mediación obligatoria a cargo de la Autoridad Bancaria
Europea si un país se siente perjudicado por el aumento de capital
decretado por otro Estado miembro.
El ministro británico, George Osborne, ha rechazado el último
borrador alegando que no respeta los requisitos del acuerdo
internacional Basilea III en su definición de capital y que aceptarlo le
haría parecer "un idiota" ante la opinión pública y la industria. Y ha
esgrimido que representa a "la mayor industria bancaria" de la UE.
El comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, le ha
replicado que el compromiso sí cumple las reglas de Basilea, aunque
adaptadas a las "especificidades" de los 8.300 bancos europeos. Y ha
acusado a Londres de buscar una "flexibilidad total y permanente" que
equivaldría a escapar de la norma.
La ministra de Economía danesa, Margrethe Vestager, se ha mostrado
convencida de que el acuerdo no es posible este miércoles y ha
propuesto aplazar la discusión hasta el siguiente Ecofin del 15 de mayo.
Pero el representante alemán, Wolfgang Schäuble, ha pedido proseguir
las negociaciones por considerar que un fracaso enviaría una señal
negativa a los mercados.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dejado la reunión a
primera hora de la tarde tras asegurar que la presidencia danesa había
respondido a sus preocupaciones y defender que los bancos españoles ya
superan los requisitos de capital previstos en la nueva norma de la UE.
La norma en cuestión tiene como objetivo incorporar a la
legislación de la UE las reglas internacionales de Basilea III. Para
ello, fija un capital del 8% de los activos ponderados por riesgo. De
este capital, la cuota que debe ser de la mayor calidad ('common equitiy
tier 1') aumenta del 2% al 4,5% y el 'tier 1' del 4% al 6%.
Además de estos requisitos, la norma introduce dos colchones de
capital: uno del 2,5% idéntico para todas las entidades de la UE y un
colchón anticíclico, que se alimentará durante los buenos momentos y se
consumirá durante las crisis, con un tope también del 2,5%.
La propuesta de compromiso de la presidencia danesa permite a los
reguladores nacionales exigir a sus bancos un tercer colchón de hasta el
5% de capital sobre su exposición nacional. Reino Unido, Suecia y
Polonia piden esta mayor libertad alegando que es necesaria para
proteger a los contribuyentes de futuros rescates, ya que la factura es
nacional y no europea.
En contraste, Italia, Francia y la Comisión quieren más
armonización en los requisitos de capital alegando que lo contrario
distorsiona el mercado interior.
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